“La directora me dijo que le empezaron a salir moretones en la cabeza”, relató la mamá. En febrero de 2021, una maestra había denunciado a la guardería por atar en sillas a niños con discapacidad durante toda la mañana.
Una madre denunció penalmente por maltrato infantil contra su bebé de 10 meses al jardín maternal Pequeños Gigantes, ubicado sobre la calle Santa Fe, entre Ayacucho y Junín, en el centro de Posadas.
Todo ocurrió la mañana del miércoles 8 de junio: “Alrededor de las 8:45 me llama la directora, Gabriela Cura, manifestándome si me podía acercar al jardín”, relató la mamá en la denuncia a la cual tuvo acceso.
Inmediatamente “me dirigí al lugar y esta- por la directora- me dice: ‘Le estábamos cambiando y notamos que le empezaron a salir moretones en la cabeza’”, detalló la mujer sobre el motivo por el cual Cura la había convocado de urgencia.
Ante la desconcertante situación, la progenitora le consultó a la autoridad directiva si su bebé se había caído al piso, pero ella le negó que el niño haya sufrido algún golpe dentro del jardín, según consta en la denuncia.
Desconcertada por los moretones en la cabeza y la frente del pequeño, la joven madre buscó respuestas: “Decidí retirarlo a fines de hacerle estudios médicos; a todo esto, Gabriela -la directora- se ofreció en todo momento a acompañarme a donde yo fuera”, señaló.
Una vez en el Sanatorio Boratti, los profesionales hicieron una amplia gama de pruebas clínicas al bebé. Sin una causa lógica que justifique los moretones, los médicos realizaron “estudios de sangre, placas y también lo revisó una hematóloga”, detalló la mamá.
Para alivió de la familia, los resultados médicos del niño dieron “normales y sin complicaciones”. Sin embargo, la duda sobre cómo el menor terminó con hematomas en la cabeza creció aún más al descartarse que pudiera tener alguna enfermedad.
En busca de más respuestas, la mujer se dirigió nuevamente hasta el establecimiento ubicado sobre calle Santa Fe y le pidió a la directora que le permitiera ver las grabaciones de las cámaras de seguridad para verificar si “hubo algún movimiento extraño con respecto a mi hijo”, pero la dueña del lugar le manifestó que el sistema de monitoreo “no funcionaba”.
En consecuencia, el último jueves la mamá denunció penalmente al jardín maternal Pequeños Gigantes en la Comisaría de la Mujer UR I del centro de Posadas y añadió a su testimonio fotos de su bebé con moretones en la cabeza y en la frente.
Jardín del horror
El jardín maternal Pequeños Gigantes tiene al menos un antecedente grave que es investigado por la Justicia. La reconocida guardería posadeña cuenta con una denuncia previa a la radicada el pasado 9 de junio. Fue en febrero de 2021, cuando una joven maestra se presentó en la misma Comisaría para exponer hechos de violencia contra niños con discapacidad.
La docente, que recién se iniciaba en la profesión, relató que: “Desde el primer día que llegué al jardín observé que la directora ataba en una silla a los niños que tienen TEA (Trastorno del Espectro Autista)”, según la denuncia a la que tuvo acceso LVM y que también fue publicada en las redes por el grupo Familias TEA Misiones Red Federal.
Sobre los pocos días en los que trabajó en el jardín maternal, la educadora recordó que los chicos con TEA “no tienen problemas motrices, ellos pueden caminar, pero la directora nos daba la orden de que ellos estén atados toda la mañana”.
En esa línea, describió que los niños “hacen fuerza para moverse y se caen de sus sillas, en donde yo los tengo que levantar. Me veía obligada a seguir sus instrucciones, en mantenerlos atados”.
Además, expuso que la encargada de Pequeños Gigantes “me dijo que tiene cámaras en el jardín y que constantemente me observa para ver mi trabajo”.
La maestra también dejó plasmada en su denuncia que la guardería no tiene gabinete interdisciplinario que asista a los chicos con discapacidad, “solo cuenta con una auxiliar de maestra por el turno mañana y, por la tarde, la directora va sola y se hace cargo de todo”.
Por otra parte, la profesional señaló que no solo los niños con discapacidad sufren violencia por parte de Gabriela Cura, ya que “ella les grita mucho a todos los chicos en general, les habla fuerte y me dijo que yo tengo que hacer lo mismo, ‘porque ellos no hacen caso’”.
Incapaz de soportar los maltratos de los que fue testigo, la docente tomó coraje y declaró en sede policial: “Quiero aclarar que yo recién arranco con mi carrera y no me quiero ver involucrada a una injusticia de esta forma”.
La joven maestra jardinera actuó con valentía y en medio del temor le dijo a la Policía: “Tengo miedo porque no sé cómo se tomará la directora con esta denuncia, pero tampoco quiero ser cómplice de esto, ella me hizo saber que tiene muchos contactos y mucho poder en el Consejo, pero no puedo pasar esta situación, no me importa quedar sin trabajo, pero quiero que vean la situación de los chicos”.
La mujer, además de su testimonio, aportó fotos y un video que dan cuenta del estado en el que mantenían atados a los niños a sillas de menor porte a las que necesitaban por su tamaño.
Mamá testigo
La Voz de Misiones contactó a Yohana, una mamá que el año pasado llevaba a su hijo a la guardería Pequeños Gigantes, hasta que la dueña y directora Gabriela Cura le pidió que saliera de testigo en la causa que se investiga por Maltrato Infantil, luego de la denuncia de la maestra en febrero de 2021.
“Yo lo había anotado en esa guardería en febrero del año 2021, mi hijo estaba en adaptación. Ella- por la directora- no nos permitía entrar al lugar por pandemia; dejábamos al niño en la puerta y ella lo recibía”, comenzó contando la mujer en comunicación telefónica con LVM.
La mamá comentó que su hijo iba a cumplir los tres años y no hablaba: “Estábamos en un caso de posible autismo, lo cual hoy en día es así”, dijo y agregó que si bien el niño no se expresaba verbalmente “él lloraba todos los días cuando llegábamos a la guardería”.
Y continúo describiendo la situación que afrontaba todas las mañanas con su pequeño: “No quería entrar, no quería entrar y yo pensaba, en ese momento, que todo era nuevo para él, que tenía que despegarse de mí y que era el motivo por el que lloraba tanto”.
Al cumplirse la tercera semana que su hijo asistía a la guardería, para sorpresa de la mamá, la autoridad educativa le solicitó hablar con ella: “Voy a buscarle, a las 13 horas, y me hace entrar al jardín Gabriela Cura, la directora, y me dice que necesitaba hablar conmigo”.
Ya dentro del establecimiento, la directora “me comenta que una maestra le había hecho una denuncia por maltrato, por lo cual la Policía había ido a la guardería a inspeccionar esa misma mañana”, detalló Yohana.
Fue entonces cuando la dueña del lugar le pidió a la mamá que “vaya a prestar declaración, que ella creía que una causa por la cual la maestra pudo haber denunciado, era porque un día mi hijo lloraba mucho y ella le pidió que calme al niño, a mi hijo, y que creía que eso ella- por la docente- se lo había tomado a mal”.
Al enterarse de la denuncia que había realizado la maestra jardinera, Yohana se acercó hasta la Comisaría de la Mujer. “Pido para ver la denuncia de Pequeños Gigantes y me atiende la comisaria que estaba a cargo”, recordó la mamá.
La uniformada le mostró a la madre “la denuncia, las fotos y el video, que eran sobre cómo tenían a los chicos”, dijo a LVM y destacó: “Lo que más pude apreciar fueron las fotos donde niños grandes, uno con autismo, creo que tenía 7 años, los ataban en las sillitas de bebé, donde los chicos se caían y se lastimaban”.
La mujer sostuvo que no vio a su pequeño en las pruebas que había presentado la maestra, pero después de ser testigo de los hechos tomó una determinación: “Ese fue el último día que mi niño fue a esa guardería, porque después de ver eso yo no podía continuar mandándole ahí”.
Yohana afirmó haber alertado a las madres con las que tenía contacto sobre la denuncia por Maltrato Infantil que pesaba sobre el jardín: “Tenía mucho dolor y bronca”, concluyó.
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