Una discusión menor derivó en el asesinato de Alejandro Gómez. Unas 20 personas fueron testigos del hecho. La madre de los acusados reconoció que confesaron.
“Almorzamos tarde porque esperamos que llegue mi hermana que trabaja en una clínica para comer todos juntos por el Día del Padre. Todavía estábamos de sobremesa cuando la moto paró enfrente y empezaron los tiros. Estaban mis padres que son mayores y todos los chicos, pero no les importó nada y descargaron el revólver contra la casa. Pudo haber sido una masacre”, reflexionó Marcelo Fabián Gómez (37), hermano de Alejandro Gabriel Gómez (28), asesinado a puñaladas el último domingo.
La víctima trabajaba en la construcción, era padre de tres menores y gozaba de excelente concepto en el barrio. No poseía antecedentes.
Por el hecho fueron detenidos los hermanos Miguel Ángel D. (24) y José Francisco D. (25), en cuyo poder la Policía halló un arma de fuego y un cuchillo. También dieron con la motocicleta que habrían usado para cometer el crimen, según declararon varios testigos.
Ayer, el hermano de la víctima comentó que la tragedia se desató por una discusión intrascendente, un hecho minúsculo que dejó huérfanos de padre a tres criaturas.
Quebrado por la pena, Gómez indicó que Miguel Ángel D. -sindicado como autor material del hecho- está en pareja con una familiar suya que reside a pocas casas de donde vivía su hermano.
“El domingo le trajo a la mujer a la casa de los padres y empezó a insultar porque dijo que mi hijo de 18 años no le saludó, una pavada. Entonces mi hermano le dijo que se tranquilice, que no era para tanto, pero el otro lo insultó y amenazó. Después pensamos que quedó todo ahí, hasta que volvió con el hermano en moto y empezó a los tiros”, recordó.
Primero dispararon contra la casa del progenitor, en cuyo corredor seguían de sobremesa, para luego atacar la vivienda de la víctima, lindera a la primera.
“Nos arruinaron la vida”
Los atacantes se quedaron sin balas y siguieron en el lugar insultando, los hombres de la casa y algunos vecinos salieron para tratar de detenerlos, circunstancia en la cual Miguel Ángel D. extrajo un cuchillo que llevaba encima y acabó con la vida de Alejandro Gabriel Gómez. Luego el homicida escapó en la moto que conducía su hermano mayor.
Lo que siguió fueron gritos de desesperación y llanto ante lo inexorable del cuadro que presentaba la víctima, quien padeció tres puñaladas, una de ellas a la altura del corazón, por lo que falleció casi en el acto.
El caso generó gran conmoción en el barrio Esperanza de Oberá, donde la familia Gómez es conocida y apreciada.
“Son gente de trabajo y de su casa. Lo que pasó no tiene nombre, y le pudo haber pasado a cualquiera porque llegaron pegando tiros contra las casas. Fue como una película de terror”, graficó un vecino.
En la mañana de ayer los familiares se congregaron en la casa de los padres de la víctima a la espera del cuerpo que el domingo fue remitido a la morgue judicial de Posadas para la realización de la correspondiente autopsia, procedimiento que recién se concretará en la presente jornada, confirmó este matutino.
Con relación a los agresores, el hermano del hombre asesinado señaló que son parientes políticos y nunca antes habían tenido problemas, al tiempo que descartó que se haya tratado de un ajuste de cuentas o de un hecho de legítima defensa.
“La Policía tomó un montón de declaraciones y está todo muy claro. Ellos vinieron, nos atacaron y mataron a mi hermano. Hay más de 20 testigos que vieron eso. Después, lo que digan o inventen por ahí no nos interesa. Ya nos arruinaron la vida con lo que hicieron. Mis padres están destrozados y mis sobrinitos perdieron al padre. Mi hermano era una persona que vivía para el trabajo y su familia. Los que hicieron esto no tienen perdón”, subrayó Marcelo Gómez.
Cúmulo de pruebas
El sangriento hecho se registró el último domingo, alrededor de las 15.30, sobre calle Código N° 435 del barrio Esperanza de Oberá, en inmediaciones al secadero de Mate Rojo.
En tanto, dos horas más tarde personal de la Unidad Regional II procedió a la detención de los hermanos Miguel Ángel D. y José Francisco D.
Luego de constatar el hecho la Policía tendió un amplio operativo que permitió dar con los sospechosos, quienes fueron capturados a la altura del kilómetro 870 de la ruta nacional 14, jurisdicción de Guaraní. Ambos se movilizaban en un motocicleta Gilera tipo cross, color blanco y negro, dominio 272 LEU.
Además se procedió al secuestro de un revólver marca Bowal calibre 22 con tres cartuchos calibre 22, uno de ellos con signos de percusión, y un cuchillo con mango de madera y vaina de cuero.
Por los testimonios recogidos en el lugar del hecho, las amenazas previas, las características de la moto utilizada y el hallazgo de las armas, desde la UR II indicaron que el caso ya estaría resuelto, aunque resta una serie de pericias técnicas para confirmar la autoría del mismo.
La mamá de los detenidos dijo que confesaron
Pero como si no hubiera elementos para comprometer a los implicados, en declaraciones a la prensa la madre de los hermanos detenidos reconoció en la víspera que sus hijos le habrían confesado la autoría del hecho, al tiempo que aseguró que ella y su esposo intercedieron para que ambos se entreguen a las autoridades.
María Maciel contó que luego del homicidio, efectivos policiales se acercaron a su casa preguntando por sus hijos, ya que desde el primer momento todas las sospechadas apuntaron hacia ellos.
“Después de que se fue la Policía hablamos con ellos por teléfono y nos dijeron lo que pasó, lo que hicieron. Así que fuimos con mi marido a buscarlos donde estaban para que se entreguen. Lo único que le pedimos a la Policía fue que no los maltraten. Ahora mis hijos quedaron en manos de la Justicia y tienen que pagar por lo que hicieron”, indicó Maciel.
Asimismo, reconoció que los sospechosos poseen antecedentes por amenazas y violencia de género, lo que fue ratificado por fuentes oficiales.
El expediente por el homicidio de Marcelo Fabián Gómez se tramita ante el Juzgado de Instrucción Dos, a cargo de Horacio Alarcón. Se prevé que entre mañana y pasado los implicados serán citados para designar a su defensa, tras lo cual podrán declarar o abstenerse.
Fuente: Daniel Villamea – El territorio