La concejal ahora en duda oficialista Lilian Vega, cuestionó el contrato de concesión del transporte urbano y señaló que de ser aprobado tal como está seria la estafa del siglo a los obereños, agregando que se criticaba que el servicio estaba en manos de un monopolio local y ahora se está concesionad a un monopolio provincial. Tras cuestionar varios de los puntos del contrato, también tomo distancia política del actual oficialismo al señalar que, desde su grupo político no están de acuerdo con una serie artículos del contrato que se está estudiando en comisión; esto teniendo en cuenta que tanto Vega, como el intendente Pablo Hassan llegaron por el mismo grupo político. Los concejales tenían treinta días para la aprobación del mencionado contrato de los cuales ya pasaron más de la mitad.
Con idéntica postura están cuatro concejales, además de Vega; también el concejal renovador Marcelo Sedoff y los concejales del PRO Mara Frontini y Marcelo Gazzo, no estarían de acuerdo con varios de los artículos del contrato enviado por el ejecutivo porque entienden que se le otorgan muchos beneficios a los concesionarios y han solicitado por nota a varias instituciones a que se pronuncien al respecto, como ser el concejo de profesionales de ciencias económicas como así también al círculo de abogados, entre otros. Los demás concejales han solicitado una serie de aclaraciones al ejecutivo sobre los artículos sobre los cuales tienen dudas.
En principio algunos concejales cuestionan que el llamado a licitación fue por 8 años y prorrogables por otros cuatro años más. Pero el contrato que están tratando es por diez años como máximo, como lo establece la carta orgánica municipal y renovable por otros 10 años si hay conformidad en el servicio y la empresa cumpla con el plan de inversiones, según lo establece la carta orgánica municipal en su artículo 78 inc. 3 y el artículo 7 de la ordenanza 3045. En esto existiría una cuestión planteada por las empresas adjudicatarias por cuestiones técnico contables y económicas que es el tiempo de amortización de los colectivos que su tiempo de amortización son de 10 años.
Otro de los puntos en disidencia es que se estable que la tarifa comercial del servicio deberá ser evaluada cada cuatro meses o cuando se advierta un incremento de costos que lo amerite como ser: valores de los salarios, combustibles y el valor de las unidades, por lo que el municipio, señala el contrato, instrumentará los mecanismos necesarios para evitar el retraso del pago respecto a los ajustes por variación de costos en seguridad de la calidad del servicio en beneficio de los usuarios. Es decir que los ajustes se harán tres veces en el año, siempre y cuando no existan variaciones significativas en el costo. Por otro lado se establece que por razones de oportunidad, merito o conveniencia, se resolviera no realizar ajuste tarifario que corresponda reglamentariamente se deberá subsidiar al usuario, en beneficio de los mismos, compensando el déficit creado a la concesionaria, en este punto entienden que en realidad el beneficio es para las empresas por medio de subsidios que beneficiaran al usuario en el no incremento del pasaje.
A la polémica se le agrego el boleto gratuito para los jubilados en donde existen diferentes criterios. Unos entienden que se le debe otorgar únicamente a los que cobran el haber mínimo, cuestión que algunos concejales entienden que es una medida discriminatoria. Los que entienden que a la empresa se le paga por kilómetros recorridos así no viaje ningún pasajero no tendría sentido abundar en requisitos y también existen casos en que los jubilados a partir de determinada edad no pueden conducir vehículo alguno por no estar habilitados o por decisión propia. Pero se debería tener presente que será la municipalidad la que recaudara el dinero para pagarle a las empresas es decir el mayor riesgo lo corre el municipio y no los concesionarios del servicio del transporte urbano de pasajeros.
Se estaría tratando de buscar que la aprobación del contrato de concesión salga por consenso y por unanimidad para que no queden dudas cosa que por el momento es difícil de lograr.