Luis Sandro Machado (35) fue visto por última vez el 23 de julio con amigos en un bar.
A dos meses de la desaparición, la familia no tiene datos firmes y dice que muchos vecinos tienen miedo de hablar. Versiones apuntan a que pudo haberse cruzado con gente peligrosa.
“Probablemente mi hermano, con vida no creo que esté. Por los comentarios que dicen no está con vida y eso de verdad te descoloca”.
Con tristeza y muchísima incertidumbre, Celestina Machado resume lo que se le pasa por la cabeza en estos momentos al ser consultada por su hermano Luis Sandro Machado (35), quien el pasado sábado 23 de julio fue visto por última vez en un bar del paraje Dos Hermanas, en Bernardo de Irigoyen. Desde ese momento perdió todo tipo de contacto con su patrón y con todos sus familiares.
La posibilidad de algún accidente de camino a su casa y la sospecha de una presunta discusión con alguien peligroso y que pocos vecinos se animan a nombrar en Dos Hermanas por temor a que les pase lo mismo que a Luis no hace más que alimentar las dudas en torno a la misteriosa desaparición del peón rural que ya lleva dos meses desaparecido.
Si bien la Policía de Misiones desplegó múltiples operativos de rastrillajes por distintas zonas de Irigoyen, en donde también intervinieron familiares del peón rural y que incluyó en su momento una manifestación pacífica con carteles frente a la comisaría local, el paso de las semanas no trajo ni un dato certero que pudiera redireccionar la pesquisa. Incluso semanas atrás el hallazgo de restos óseos en una zona de poco tránsito preocupó a la familia Machado, aunque horas más tarde se confirmó que se trataba de restos de un animal.
“Lo que hablan o dicen algo es todo por dice qué. No hay ninguna pista certera, lo que dicen los vecinos y dicen que fue verdad es que él golpeó una silla en el bar, que estaba muy tomado. Otros dicen que estaba con alguien que no era buena compañía. Son todos comentarios pero no hay nada en concreto todavía”, narró Celestina sobre lo que se cree fueron los últimos movimientos de Luis advertidos por vecinos en el bar conocido como Lo de Carlitos, a donde el peón acudió ese sábado 23 de julio para tomar con algunos amigos.
“Lo han desaparecido”
Las pocas esperanzas de encontrar con vida a su hermano por parte de la entrevistada se explican por dos motivos. Uno de ellos indica que Luis siempre avisaba dónde estaba o hacia dónde iba. Y además, y lo que preocupa a toda la comunidad si fuera el caso, es porque el rumor de que gente pesada y conocida por su peligrosidad en la zona pudo haberse cruzado en el camino de Luis.
“Si él estuviera con vida ya hubiera dado una señal, siempre se las rebuscaba para hacernos saber que él estaba bien, o que algo pasaba. Entonces los únicos comentarios que hay hasta ahora indican que un grupo medio mafioso pudo haberlo desaparecido. Y los vecinos que quizás vieron algo no van a hablar por miedo”, relató la mujer.
Y añadió: “Me dijeron mis parientes que conocen esa gente que tampoco van a hablar porque tienen miedo, que dejamos todo ahí y que no hay mucho que hacer, rogar aunque sea para que un día aparezcan los huesos de mi hermano porque no hay pistas. Lo han desaparecido”.
Entre los miedos que le provocan las versiones que le llegan y lo poco colaborativos que se muestran distintas personas que en teoría podrían saber qué sucedió con su hermano no hacen más que desorientar todavía más a Celestina y a los suyos que ya no saben por dónde buscar. O a quién preguntar.
La mujer explicó que hace pocos años atrás llegó a Misiones para vivir luego de pasar gran parte de su vida en Buenos Aires y que por esa razón nunca conoció a todas las amistades de su hermano.
“La verdad que sinceramente me descoloca todo esto, no pensé que pudiera pasarle esto a mi hermano pero está pasando con mucha gente acá, y son gente muy poderosa, o tienen mucha plata y la gente no quiere hablar. Por las dudas yo me quedo quieta, porque si mis parientes me dicen que me quede quieta es porque es saben que son gente jodida”, concluyó la entrevistada quien adelantó que más allá de lo que se habla no descarta que en los próximos días organicen una nueva movilización pacífica por el pueblo para visibilizar el caso de su familiar.
Misteriosa desaparición
En base a los datos que maneja la familia Machado, la última conexión al WhatsApp de Luis fue cerca de las 14 de ese sábado 23. Celestina comentó que toda la tarde y gran parte de la noche su familiar pudo haber estado desatento al celular porque estaba en compañía de sus amigos, con quienes se solía juntar a compartir bebidas cada 15 días cuando tenía libre los fines de semana tras salir de trabajar.
“Él sábado 23 (Luis) se reunió en un bar con sus amigos, en lo de Carlitos, en Dos Hermanas, y los últimos datos que se tienen son por los amigos que estuvieron con él. Declararon que a las 22.30 estuvieron con él, pero no tienen datos de si salió del bar o qué pasó. Los amigos se fueron al baile que está cerca de ese bar y nadie supo más nada de él. Dicen que estuvo en casa de unas amigas, que él golpeó la puerta, pero que ellas no abrieron, que ahí volvió al bar, pero no se sabe si alguien lo abordó en el camino con algún auto o qué le sucedió”, describió Celestina.
Al ser consultada sobre cómo tomaron conocimiento de la desaparición, recordó que fue el patrón de Luis quien se comunicó con la familia para avisar que el peón no se había presentado ese lunes 25 a trabajar.
“Preguntó si estaba con nosotros y avisó que no contestaba el celular. Que eso le llamó mucho la atención porque incluso había días que él (Luis) venía con tragos de más, pero que se presentaba ese domingo por la noche a dormir en el trabajo para arrancar la jornada al otro día”, comentó la entrevistada.
Fuente, El Territorio.
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