Caía la tarde cuando el Chevrolet Vectra estacionó frente a un grupo de amigos que festejaban un triunfo en el fútbol de los sábados. Primero la incredulidad al ver descender del vehículo a varias personas armadas, todas conocidas del barrio y familiares entre sí. Después la desesperación ante la balacera desatada en plena calle y todavía con luz del día.
El resto fueron gritos y corridas en busca de amparo. Enseguida las muestras de dolor y el pedido de auxilio de Antonio “Toño” Ledesma (20), quien sufrió un disparo en el abdomen y falleció minutos más tarde.
El hecho se registró el último sábado, alrededor de las 18.30, en el barrio Oeste de Campo Viera.
Según la Policía, desde un primer momento los testigos de la secuencia mortal apuntaron las responsabilidades hacia Brígido M. (50), sus hijos Leandro M. y Mauricio M., y José Luis B. (25), yerno del primero.
Los apuntados se movilizaban en un Chevrolet Vectra que fue secuestrado. Foto: Policía de Misiones
El cotejo de los testimonios corrobora que los cuatro se movilizaban en el Chevrolet Vectra, dominio JHQ033, propiedad de Brígido M., mientras que sus hijos Leandro y Mauricio descendieron del auto portando armas de fuego y dispararon contra el grupo que integraba Ledesma.
A partir de dicho aporte, para los investigadores el caso estaría resuelto, aunque resta capturar a los dos autores materiales, ya que hasta el momento sólo fueron detenidos el progenitor y su yerno.
En tanto, testigos y vecinos del barrio Oeste subrayaron que el ataque del sábado no se produjo frente al domicilio de Ledesma, como informó la Policía, sino a media cuadra del lugar, frente a un comercio donde se hallaban compartiendo unas bebidas como siempre lo hacían después de los partidos de fútbol.
Relato de testigos
En las horas posteriores, varias voces lamentaron el homicidio y mencionaron que varios de los sospechosos tendrían antecedentes, lo que fue corroborado desde la Unidad Regional II.
“Lo que hicieron fue una locura y los cuatro tienen que pagar. Se bajaron y dispararon en plena calle, sin importar que había chicos. Una mujer embarazada se salvó de milagro, pero no fue la única. Pudo haber sido una verdadera masacre”, opinó.
En tanto, un testigo directo corroboró que Leandro M. y su hermano Mauricio M. bajaron armados y dispararon contra el grupo de jóvenes. Incluso, citó que el segundo portaba una escopeta, dato que podría corroborarse a partir del resultado de la autopsia ordenada sobre el cadáver de la víctima.
“El problema empezó el viernes a la noche en un baile. Mauricio M. andaba armado molestando y amenazando a la gente, se cruzó con Toño y los amigos y les dijo que ya iban a ver. El sábado volvió a molestar ahí donde se juntaron después de los partidos, pero no le dieron cabida. Nadie pensó que al rato iba a volver con los otros y armados”, precisó el testigo.
Además, salió al cruce de versiones que indicaron que se trató de un enfrentamiento entre patotas.
“Toño era un chico trabajador y vivía con los padres y dos hermanos. Trabajaba en un secadero y su diversión era el fútbol de los sábados. Hacía dos años que estaba de novio y tenía toda la vida por delante. En marzo había cumplido 20 años recién”, recordó abatida otra vecina.
Y agregó: “Queremos justicia, que paguen todos los responsables porque mataron a un chico y arruinaron a una familia entera”.
Violencia y homicidios
Con relación a los sospechosos, el detenido Brígido M. es comerciante y contratista del rubro de cosecha de yerba mate. Su yerno, también detenido, trabaja en el emprendimiento familiar.
Al mismo tiempo, varios integrantes de la familia tienen antecedentes penales por diversos delitos, con expedientes en los juzgados de Oberá.
Por otra parte, en los últimos años el barrio Oeste de Campo Viera fue escenario de reiterados hechos violencia y homicidio.
El pasado 16 de julio, Gonzalo Ramón Ortigoza (27) fue atacado a machetazos por su cuñado Víctor Hugo R. (26). La víctima sufrió cortes en el antebrazo izquierdo y la rodilla derecha, pero salvó su vida.
Diferente fue el caso de Aparicio Fabián Duarte (26), asesinado de una puñalada en el cuello durante la madrugada del 30 de octubre del 2020 en el mismo barrio Oeste.
Desde un primer momento las sospechas apuntaron a Cristian “Chita” F. (24), quien acorralado por las pruebas terminó reconociendo la autoría del hecho.
Tres años antes, el 20 de octubre de 2017, Diego Adrián Genzler (22) fue asesinado a piñas, patadas y machetazos por una patota del mismo barrio.
En las horas posteriores fueron detenidos cinco jóvenes de entre 27 y 15 años.
A mediados del 2018, tras ocho meses detenidos, el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá ordenó la excarcelación de los cuatro mayores, mientras que el menor permanecía alojado en el Correccional y de Menores de Villa Lanús, Posadas.
Precisamente, los demás implicados sindicaron al adolescente como el autor de los machetazos que padeció Genzler.
“No pasar. Barrio Oeste peligroso”, reza una pintada en el acceso al lugar, toda una síntesis de lo que sienten los vecinos.
Fuente, EL Territorio.
Debe estar conectado para enviar un comentario.