Las especies autóctonas mencionadas fueron cultivadas de manera in vitro por el Guardián de las Orquídeas en el pequeño laboratorio montado en una habitación de su casa, las cuales después de atravesar las diversas fases de desarrollo, crecimiento y aclimatación están listas para ser plantadas en los espacios naturales, que en este caso será en las plazoletas obereñas.
«El objetivo es mostrar en la ciudad las técnicas del trabajo que estamos haciendo en los montes misioneros para recuperar la flora nativa, poniendo en evidencia el tiempo y esfuerzo que conlleva el cultivo y la reinserción de las especies de orquídeas (muchas en peligro de extinción) en las áreas dañadas», explicó el Guardián de las Orquídeas, ampliando que «las orquídeas en pleno centro y microcentro de la ciudad estarán ante la comunidad como muestra de la flora viva que tenemos, podrán ser observadas y valoradas en razón de que así como son las más evolucionadas, son también las más depredadas, al punto de que varias especies están en riesgo de desaparecer».
«Esta planificación en conjunto muestra el compromiso e interés de la gestión municipal en el cuidado, protección y preservación de la biodiversidad, con las orquídeas como epicentro, pero también refleja la simbiosis entre personas, organismos e instituciones que avanzamos tras un objetivo común ligado directamente a la mitigación del daño ambiental, y en ese punto valoro y destaco el acompañamiento del gobierno provincial», subrayó el orquideólogo misionero.
Finalmente manifestó que «como Guardián de las Orquídeas considero que poner ante los ojos de los ciudadanos la naturaleza que estamos perdiendo, exponiendo una pequeña parte de la flora misionera en los espacios públicos, es educar y generar conciencia sobre el determinante efecto de nuestras acciones. El futuro está en nuestras manos».
¿Quién es el Guardián de las Orquídeas?
Leandro Jonathan Martínez es conocido dentro y fuera del país como Guardián de las Orquídeas.
El joven, de 34 años, es protesista dental y si bien nació en Leandro N. Alem, decidió radicarse junto a su familia en la ciudad de Oberá.
El profundo respeto que siente por la naturaleza, pero sobre todo su pasión por las orquídeas, además de una tenacidad envidiable, lo convirtieron en un referente del cultivo in vitro de orquídeas en este país y desde hace varios años se ocupa de repoblar con especies autóctonas las áreas naturales provinciales dañadas por la mano del hombre o como consecuencia de la sequía e incendios forestales, que son cada vez más frecuentes en todas partes del mundo.
Lo hace de manera solidaria, es decir, sin obtener réditos económicos, sinó entendiendo la importancia de preservar y proteger el planeta, nuestra biodiversidad, ahora y para las futuras generaciones.
Está seguro y es consciente de que reinsertar orquídeas autóctonas en todas las áreas naturales dañadas es clave para que las generaciones venideras puedan ver y disfrutar de sus colores, formas y aromas, es decir, que no sea un cuento sino parte de una realidad.
Su amor por lo que hace lo llevó a tener una de las iniciativas más ambiciosas en lo que respecta a la conservación de especies de orquídeas en el país, ya que tras lograr cultivar in vitro en su laboratorio casi la totalidad de las especies que existen en Misiones (son alrededor de 160), busca completar el mapa de orquídeas argentinas de norte a sur y de este a oeste, llegando a un total de 300 variedades.
Pero más allá de eso, en sintonía con la tarea de devolverle vida y colores de orquídeas a la selva sufriente, el Guardián de las Orquídeas hizo aportes fundamentales para la creación de tres leyes de protección de especies nativas de Misiones a punto de desaparecer, que desean orquideófilos y coleccionistas de varios países del mundo pero existen mayormente en Argentina: Zygopetalum Maxillare e Isabelia Virginalis fueron declaradas recientemente Monumento Natural de Misiones por lo que está prohibida su extracción y comercialización en todo nuestro territorio, en tanto que una tercera, Bulbophyllum tripetalum, va camino a ello para con eso generar la protección necesaria y evitar que desaparezcan.
También colaboró en el proyecto a partir del cual la Cámara de Diputados instituyó el 19 de septiembre como Día del Orquideófilo Misionero y aportó sus conocimientos en otros proyectos relacionados al cuidado, protección y conservación de la biodiversidad, en esos casos de manera coordinada con el Instituto Misionero de la Biodiversidad (IMiBio) y el diputado Rafael Pereyra Pigerl, presidente de la comisión de Recursos Naturales, Conservación del Ambiente y Cuidado Animal de la Legislatura.
«Me siento muy entusiasmado en acompañar a mi provincia no sólo en cuanto a la protección de las especies, sino en varios otros puntos de interés involucrando la innovación como herramienta clave para conseguir resultados», enfatizó el Guardián de las Orquídeas.
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