La víctima padeció múltiples lesiones y afrontará secuelas de por vida. En sede judicial, un adolescente acompañado por su madre contó detalles de lo que observó esa noche. Dicho aporte complicó la situación de los tres policías imputados.
Cerca de las 21.10 del pasado 16 de agosto, un adolescente se dirigía por calle Catamarca hacia un almacén del barrio para comprar el pan para la cena, circunstancia en que observó a una patrulla policial que impactó contra la moto que conducía Rodolfo Agustín Ramírez (24).
El motociclista salió despedido y cayó pesadamente contra el empedrado, mientras el móvil continuó su marcha y abandonó la escena. Muchos vecinos escucharon el estruendo, por lo que enseguida varios salieron a ver y hallaron agonizando a la víctima.
Los restos de su casco fueron encontrados al otro lado de la calle, lo que graficó al violencia del impacto.
Alguien llamó al 107 de emergencias de Salud Pública y en pocos minutos arribó una ambulancia que regresaba de Villa Stemberg, lo que apuró el traslado de Ramírez al Hospital Samic de Oberá.
En dichos términos declaró el martes el testigo presencial del hecho, el chico que vio la secuencia de camino al almacén, ante la fiscal de Instrucción Dos Myriam Estela Silke. Por tratarse de un menor de edad estuvo asistido por su madre.
En sede judicial el testigo no hizo más que ratificar lo que en tres oportunidades previas manifestó en la Seccional Primera, con jurisdicción en la zona donde se produjo el incidente vial.
Según averiguó El Territorio, por momentos la defensa de los imputados habría tratado de intimidar al menor, ante lo cual la fiscal intervino para garantizar los derechos del testigo.
El aporte del chico significó un nuevo revés para los tres policías implicados, los cuales el pasado 31 de agosto recuperaron la libertad tras permanecer dos meses detenidos bajo los cargos de «abandono de persona, incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos y lesiones graves culposas».
«Están encubriendo»
Al momento del siniestro vial en perjuicio de Ramírez, los policías prestaban servicio en el Comando Radioeléctrico Sur de la Unidad Regional II de Oberá. Se trata del oficial subayudante Nicolás S., del sargento primero y chofer Ariel C. y de la agente Camila C.
En paralelo a la causa penal, oportunamente la Jefatura de la Policía de Misiones ordenó el pase a disponibilidad de los citados, por lo que fueron apartados de sus funciones y continúan en la misma situación.
Si bien hace dos semanas el juez de Instrucción Dos de Oberá, Horacio Alarcón, ordenó la excarcelación de los tres implicados, un vocero del caso mencionó que «ante el aporte del testigo presencial la carátula podría modificarse y agravar la imputación, por lo que no se descarta que vuelvan a ser detenidos».
Ocurre que hasta el momento los policías reconocieron que persiguieron y luego abandonaron el motociclista, pero negaron haberlo chocado, lo que contradice los dichos del testigo y otros indicios. Incluso, habría más personas que observaron la escena, aunque por el momento no fueron citadas.
En ese punto, desde la querella que representa los intereses de la familia Ramírez cuestionaron que la justicia haya demorado casi tres meses en citar al testigo clave, cuestión que derivó en la excarcelación preventiva de los imputados.
En ese contexto, el último miércoles familiares y allegados a Rodolfo Agustín Ramírez marcharon por el centro de Oberá y luego se concentraron frente a la Seccional Primera en reclamo de justicia.
«Por qué no salen y dan la cara. Por qué no van a ver cómo le dejaron a mi hermano. Sánchez, el jefe de la Primera, nos dijo en su oficina que no hablemos con los medios porque iban a lucrar con nuestro dolor. Y ustedes qué hicieron, están encubriendo a los culpables», señaló Carla Ramírez.
En la misma convocatoria se manifestaron por Josías Galeano (15), cuyo cadáver fue hallado el pasado 3 de junio.
Graves secuelas
El hecho en perjuicio de Ramírez se registró el pasado 16 de agosto, alrededor de las 21.10, sobre calle Catamarca entre Urquiza y Quintana, en Villa Vick de Oberá.
Producto de una persecución policial -tampoco se descarta que haya sido embestido por la patrulla, como declaró el testigo presencial- el joven perdió el control de su moto e impactó sobre el empedrado.
La víctima padeció fractura de cráneo, trauma de tórax y fractura de clavícula izquierda, además de múltiples golpes y excoriaciones en diferentes partes del cuerpo.
Al arribar al Hospital Samic de Oberá los profesionales fueron sinceros con la familia y expresaron que la vida del joven pendía de un hilo, ya que padeció un traumatismo craneoencefálico gravísimo.
El 17 de agosto fue intervenido quirúrgicamente con el objetivo de descomprimir el hematoma craneal, para lo que tuvieron que extraer el hueso parietal izquierdo.
Luego permaneció internado 16 días en la Unidad Terapia Intensiva (UTI) y su evolución clínica fue favorable, aunque persisten secuelas neurológicas que podrían ser permanentes, reconocieron los médicos que lo atienden.
Tras recibir el alta ambulatoria regresó a su domicilio para iniciar una larga recuperación. Perdió mucho peso por los días internado y la lesión en el cráneo afectó su memoria, por lo que no recuerda nada del hecho que se investiga.
A simple vista el joven evidencia graves secuelas físicas. Lo que más sobresale es el hundimiento de cráneo, producto de la extracción del hueso parietal izquierdo.
«El médico que le operó nos dijo que el hueso estaba hecho trizas, por eso requiere una prótesis que le van a colocar más adelante, dependiendo de su evolución», comentó Juan Ramírez, padre de la víctima, quien a su vez tiene una nena de dos años y medio.
«Un estruendo terrible»
Si bien hasta el momento los policías imputados negaron haber impactado a la moto de Ramírez, dicha versión contradice a la del testigo presencial, como también las de otros vecinos que escucharon un fuerte impacto previo al despiste.
«Vivo a una cuadra y media del hecho, justo llegaba a mi casa en mi moto y escuche un estruendo terrible, a eso de las nueve y diez de la noche. Fui a un negocio y en eso apareció un chico que vive casi enfrente a donde ocurrió el hecho y vio todo. Apenas nos contó que hubo un accidente fuimos para ayudar al muchacho, el cual estaba muy mal», precisó un vecino en diálogo con El Territorio.
En tanto, comentó que «el chico que vio todo nos contó que un patrullero estaba persiguiendo a la moto y la chocó, el conductor perdió el control y cayó». Precisó que la ambulancia demoró alrededor de 20 minutos, mientras que la Policía tardó más de media hora.
«Hasta que por fin llegó un móvil con tres uniformados, dos hombres y una chica en un Chevrolet Cruze. Apenas llegaron, el chico que vio el choque les comentó lo que pasó y les dijo que el móvil que chocó al muchacho era igual al de ellos», indicó.
Minutos más tarde los vecinos volvieron a sus respectivos domicilios, circunstancia en que habrían notado que «los uniformados comenzaron a alumbrar con sus celulares al paragolpes del móvil, como buscando marcas o demás», opinó el testigo, dando a entender que se trataría de la misma patrulla que propició el siniestro vial.
Identificaron golpe en la moto
Desde un primer momento fue clave el aporte de un testigo que declaró que un móvil policial perseguía a una moto cuyo conductor perdió el control y despistó, tras lo cual el vehículo oficial abandonó la escena y no prestó asistencia a la víctima.
Dicha versión fue confirmada con el registro fílmico de las cámaras de seguridad de dos viviendas de calle Catamarca que dan cuenta de la persecución de la patrulla.
Al prestar declaración indagatoria los tres imputados reconocieron que persiguieron y luego abandonaron a Ramírez, aunque negaron que el móvil en el cual se movilizaban haya impactado la moto que conducía.
En tal sentido, este matutino accedió a una serie de fotografías de la moto de Ramírez tomadas luego del siniestro vial, donde se observa la deformación de la llanta trasera, lo que podría ser indició de un impacto previo al despiste. Dicho documento fue incorporado al expediente.
Por otra parte, entre las pruebas solicitadas por el juzgado interviniente aún se aguarda el informe de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic) sobre el peritaje de los celulares de los tres policías imputados.
Fuente, El Territorio. Daniel Villamea.
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