Hace siete meses Mbarete, una de las dos primeras yaguaretés nacidas en el Centro de Reintroducción de Yaguareté en el Parque Nacional Iberá (Corrientes), llegaba al Parque Nacional El Impenetrable (Chaco).
La idea parecía osada: trasladar una hembra que vivía en condiciones de semi libertad en Iberá hasta El Impenetrable para cruzarla con Qaramta, el único macho silvestre registrado en ese parque nacional.
La junta ocurrió sin inconvenientes en grandes corrales y, tres meses más tarde, nacieron dos saludables cachorros. Pero aún restaba la parte final de la operación: capturar a Mbarete y sus cachorros para trasladarlos de vuelta a Iberá.
Tras realizar la captura exitosamente y realizar un viaje épico en avión y camioneta, Mbarete y sus dos cachorros llegaron a Iberá en perfectas condiciones. Hoy se encuentran en un inmenso corral a la espera de ser liberados prontamente.
Los cachorros de Mbarete y Qaramta aportarán variabilidad genética a la población incipiente de Iberá y resguardarán los genes de uno de los últimos yaguaretés del Chaco argentino.
Estas acciones de manejo activo han sido difíciles de aceptar en el pasado —y lo son aún hoy en algunos sectores del ámbito de la conservación— pero resultan imprescindibles para salvar a especies en peligro crítico de extinción, como el yaguareté.
Para lograrlo, también resulta clave la colaboración entre distintas jurisdicciones, como ocurrió en esta hazaña entre las provincias de Chaco, y Corrientes y los Parques Nacionales Iberá y El Impenetrable.
Fuente, Economis.