Los primeros llamados al 911 entraron poco después de las 16, cuando vecinos del Fonavi advertían que se había producido un intenso tiroteo y que había adolescentes heridos. Pero cuando llegó la policía al lugar, los heridos ya no estaban, porque habían sido trasladados por la propia gente del barrio hacia el hospital de Emergencias.
Según señalaron fuentes, las víctimas fueron identificadas Eric Galliz, de 14 años y Valentín Solis, de 15.
Esa zona de barrio Triángulo Moderno, donde se encuentra ubicado el complejo Fonavi, con sus paredes están decoradas por murales de la barra brava de Newell’s, es escenario de fuertes enfrentamientos en los últimos días, que tiene a menores de edad como protagonistas. La batalla en esa zona la libran los denominados “soldaditos”, que son quienes controlan los puntos de venta de cocaína que hay en ese sector, que históricamente estuvo controlado por células de Los Monos.
En el mismo lugar, donde murieron los adolescentes este jueves, durante la noche del miércoles fueron baleados una chica y un joven, ambos menores. La joven se encuentra internada en grave estado luego de que una bala le atravesara el rostro. Según el director del hospital José Bitar, un disparo le provocó una “lesión grave en el maxilar inferior y la lengua, que hubo que reconstruir”. La chica de 15 años fue operada el miércoles y se encuentra internada en estado reservado en terapia intensiva.
El 9 de noviembre pasado un joven de 22 años murió como consecuencia de un ataque sicario, que también se produjo en el mismo lugar: el Fonavi situado en Rouillón y Seguí.
El 12 de octubre pasado un joven de 16 años fue asesinado en el playón de ese Fonavi de barrio Triángulo Moderno. En ese lugar se produjo un fuerte enfrentamiento a balazos entre grupos de jóvenes y Laureano Mena, de 16 años, terminó muerto por las heridas de bala que recibió.
Ese barrio se transformó desde hace tiempo en una especie de mercado a cielo abierto de venta de drogas, donde los crímenes marcan la dinámica del negocio criminal.
Triángulo Moderno, donde siempre tuvo dominio Ariel Cantero, el líder de Los Monos, es fronterizo de Vía Honda, donde el liderazgo lo mantiene desde la cárcel de Piñero Máximo Cantero, conocido como El Viejo, fundador del grupo criminal a fines de los años 90.
En ese lugar manejaba junto a su pareja un comedor comunitario llamado Gauchito Gil, donde distribuía unas 300 raciones de comida por día para la gente que vive en uno de los barrios más humildes de Rosario. Los alimentos que distribuía pertenecían a partidas que repartía el municipio de Rosario.
Fuente, La Nación por Germán de los Santos.