Durante tres días, una mujer de 32 años de Garuhapé, padeció el mismísimo infierno al ser brutalmente torturada y violada en reiteradas oportunidades por su ex pareja, quien utilizó un trozo de hierro cubierto con una manguera en una de sus puntas para concretar los vejámenes. Además, utilizaba una tela que luego introducía en la garganta de la mujer para hacerle perder el conocimiento y horas más tarde despertarla con baldes de agua helada.
En medio de la desesperante situación que le tocó vivir, la mujer pudo recuperar su teléfono celular con el que alertó a efectivos de la comisaría local, que además de rescatarla y contenerla, en pocos minutos también detuvieron al agresor.
El aberrante caso trascendió ayer, aunque, según pudo saber este matutino en base a fuentes que intervienen en la investigación en realidad, el ataque hacia la denunciante comenzó hace exactamente una semana.
Tras haber salido de paseo, la víctima fue alcanzada por un amigo durante la madrugada del pasado sábado 26 de noviembre hasta la plaza principal de la localidad. Y es que a pocas cuadras de allí vive su madre, quien esa noche se había quedado al cuidado del bebé de seis meses que tiene la mujer.
Fuentes del caso comentaron que fue en esta instancia, y luego de seguir atentamente y en silencio los pasos de su ex, el atacante, identificado como Alexis B., esperó el momento preciso para encontrarla sin compañía de terceros. Y en un descuido de la denunciante, la interceptó desde atrás y tomándola de los pelos, comenzó a arrastrarla a la fuerza con la intención de llevarla hasta su casa.
Al ser de madrugada, fue casi nula la presencia de vecinos y transeúntes en la zona, por lo que el violento llevó a su víctima hasta su domicilio sin ningún obstáculo en el medio durante casi dos kilómetros hasta llegar al inmueble ubicado en cercanías a la zona conocida como Parador 21.
Siempre desde el tremendo relato aportado por la víctima ante los pesquisas, se sabe que el hombre la mantuvo vigilada y amenazada las 24 horas con un cuchillo. Y que como primera medida la despojó de su teléfono celular.
Torturas y violaciones
Mediante la utilización de un pesado trozo de hierro, cubierto con un pequeño corte de madera que en una de las puntas estaba atado, el depravado violó una y otra vez durante tres días a su ex pareja, sin importarle en lo absoluto que ésta sea la madre de su propio bebé de meses de vida.
La saña y la brutalidad con la que se habría manejado el atacante fue tanta que hasta en determinados momentos utilizó colillas de cigarrillo para provocar quemaduras en brazos y piernas de la mujer.
Por si fuera poco, cada vez que quería acceder vía vaginal y anal a la mujer, el hombre la asfixiaba introduciéndole un trozo de tela mojada en la garganta hasta desmayarla para luego despertarla con baldes de agua fría en el rostro.
Finalmente, y ya casi convencida de que no podría salir de ese traumático momento, la mujer imploró a su agresor que le dejara mandar unos mensajes a su madre para avisarle que estaba bien. Fue allí que el hombre creyó que sería lo mejor y accedió al pedido.
Pero lo que no imaginó es que en pocos minutos una patrulla de la comisaría de Garuhapé iba a irrumpir en su propiedad y lo iba a detener.
Estudios médicos
Inmediatamente un gabinete de profesionales de la Policía de Misiones asistió a la víctima para luego trasladarla a un centro asistencial para que sea atendida por médicos.
La profesional que realizó los estudios ginecológicos confirmó la existencia de signos de abuso sexual, además de constatar varias lesiones en el cuerpo que podrían ser compatibles con las torturas recibidas durante 72 horas.
Por otro lado, otra cuestión que corroboró los aberrantes relatos de la denuncia tiene que ver con que durante el allanamiento realizado en la vivienda donde sucedieron los hechos se encontró el hierro utilizado para los abusos, como así también la cubeta con agua y la tela utilizada para las asfixias.
Desde ese mismo lunes el atacante permanece detenido en una dependencia policial de la Unidad Regional IV y se espera que durante la jornada de hoy preste declaración indagatoria ante el Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico, a cargo del juez Manuel Balanda Gómez.
Por el momento se esperará a la evolución del estado emocional de la víctima para avanzar en su declaración testimonial en varios aspectos considerados clave para los investigadores para intentar reconstruir el caso.
Provisoriamente, el detenido está acusado de privacion ilegítima de la libertad, abuso sexual con acceso carnal, desobediencia judicial y amenazas, todo en concurso real. No se descarta que con la incorporación de más elementos probatorios en el expediente, la acusación sume los agravantes de tortura y lesiones.
Cronología del horror
Sorprendida en la calle. La víctima fue interceptada en la madrugada del sábado 26 de noviembre en cercanías de la plaza de Garuhapé cuando se dirigía a la vivienda de su madre.
Torturas y violaciones. Durante tres días la mujer fue violada por su atacante con un hierro que en una punta llevaba una manguera. También fue asfixiada con una tela en la boca.
Una llamada que la salvó. El lunes 28, al mediodía, la mujer logró recuperar su celular y de esta manera alertó a efectivos de la comisaría de Garuhapé, que la rescataron y auxiliaron.
Antecedentes por violencia familiar
De acuerdo a los datos aportados por fuentes de la pesquisa, se supo que la víctima hace cuatro años venía padeciendo episodios de maltrato familiar por parte del agresor. No obstante, al parecer, meses antes del nacimiento de su hijo decidió cortar la relación con el padre de la criatura, aunque ante una serie de hostigamientos y episodios de maltrato verbal y psicológico, la mujer decidió denunciarlo ante la Justicia de Familia, quien intercedió e impuso una medida cautelar para que el hombre no se acercara a la denunciante.
Por otro lado, vecinos y allegados a la víctima comentaron que el detenido es una persona muy violenta.
En tanto, en el marco de la causa, fueron secuestrados los celulares de la mujer y su atacante para pericias.
Fuente, El Territorio.
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