La Justicia Federal confirmó el procesamiento de los implicados por la megacausa por contrabando de soja a Brasil destapada hace poco más de un año, en noviembre del 2021. La decisión fue firmada por la Cámara Federal de Apelaciones de Misiones luego de la apelación de las defensas ante el dictamen del Alejandro Marcos Gallandat Luzuriaga en junio de este año.
La Cámara Federal de Apelaciones desestimó los planteos de todas las defensas y la megacausa llevada adelante en el Juzgado Federal de Oberá quedó cerca del juicio.
Como viene informando El Territorio, entre los más comprometidos por la investigación se encuentran el ex comandante de Gendarmería Marco Antonio Duette (50), quien hasta el día de su detención fue jefe del Escuadrón 9 Oberá, además de uno de los dueños de un imponente complejo turístico ubicado sobre la ruta provincial 2, en Florentino Ameghino, Santiago Marino (54), quien es considerado como el jefe de la organización.
En total son ocho los implicados. Los demás procesados son Juan Carlos Tivano -pareja de Marino-, Ricardo Fabián Gómez -también efectivos de Gendarmería Nacional-, Marcelo Rubén Da Silva, Ricardo Hildebrandt, Francisco Eladio Morel.
Todos están acusados por los delitos de asociación ilícita, en concurso ideal, con el de contrabando de exportación agravado por la intervención de tres o más personas organizadas para cometerlo y la participación de un agente de la fuerza de seguridad, en carácter de coautor.
Marino es considerado como el organizador asociación ilícita, mientras que Duette suma el delito de cohecho pasivo y abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público en carácter de autor. Gómez es señalado como partícipe necesario, en concurso real con el delito de incumplimiento de los deberes del funcionario público en carácter de autor.
Con esta medida, fuentes del caso expresaron que la causa queda más cerca de ser elevada a juicio. La mayoría de los implicados, como viene informando este medio, permanece en libertad a la espera de las disposiciones de la Justicia.
Marino cubrió una caución de 20 millones de pesos para estar libre y Duette sigue detenido en Rosario, a cargo de la PSA.
La confirmación del organismo de alzada, al que tuvo acceso exclusivo El Territorio, remarca que los organismos fiscales nacionales y provinciales dan cuenta de que la producción de soja en Misiones llega a las 10.000 toneladas y los consumidores o pequeñas industrias demandan 20.000 toneladas anuales, por lo que esas 10.000 toneladas restantes son las que necesita la industria traer de afuera.
“En función de ello, y en virtud de las remisiones de soja documentadas a través de Cartas de Porte a Misiones –entre enero y octubre de 2021– fueron enviadas a esta Provincia alrededor de 100.000 toneladas, lo que indica que las 90.000 toneladas restantes no fueron absorbidas por el mercado local y han sido destinadas al contrabando a Brasil utilizando puertos no habilitados. Con base en ello, se estimó un perjuicio fiscal durante el año 2020 de alrededor de $139.652.145,35 (IVA) y $465.507.151,16 (Impuesto a las Ganancias). Entretanto, y respecto del 2021, el perjuicio se estimó en $480.677.034,36 (IVA) y $1.605.256.781,20 (impuestos a las ganancias)”, se señala.
Roles y conversaciones
La investigación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria reconstruyó, tal y como viene informando este medio, que Marino Santiago era quien oficiaba de líder de la organización, quien conseguía los proveedores de la soja, organizaba el transporte de los camiones, emitía documentación propia o también a través de terceros para esos envíos, establecía los lugares de carga y descarga, de ocultamiento o acopio, para lo cual contaba con depósitos o utilizaba el de terceros, que luego a través de un sistema de “campanas” y hombreadores y paseros, lograba enviar la soja y otros granos al país vecino de Brasil”.
Según el procesamiento el hombre era quien “coordinaba y tenía pleno dominio de toda la actividad ilícita llevada a cabo” y que para eso contaba con el apoyo de las fuerzas de seguridad, especialmente de Antonio Duette (50), quien era jefe del Escuadrón de Gendarmería Nacional IX de Oberá.
La evidencia que obra en el expediente apunta a que Duette, uno de los jefes más importantes de la fuerza federal en Misiones, respondía a Marino. Era su subordinado en la organización y se encargaba de cumplir a todas las demandas para que el empresario no tuviera inconvenientes en el transporte de su mercadería.
En varias oportunidades quedó de manifiesto su obsecuencia cuando le preguntaba si estaba todo bien y ante la respuesta le decía, “si vos estás tranquilo yo estoy bien”. En una ocasión, sabiendo que Marino estaba sin luz en su casa, se puso a disposición para lo que necesitara.
El hijo de Duette trabajaba en el complejo de Marino y hay evidencia de que el gendarme recibió cubiertas, además de una promesa de una casa sobre la costa del río Uruguay.
Una conversación transcripta en el expediente revela la relación que ambos tenían, en una oportunidad que ambos estaban en la localidad de El Soberbio. Duette le comentó que estaba trabajando “a full” en allanamientos en la localidad a lo que Marino le respondió: “Que no sea en los galpones de cereal jajaj. Si estás por la zona te busca Ricardo y vení a comer con nosotros”.
Ricardo es Gómez, también efectivo de Gendarmería Nacional a quien Duette le alivió las tareas para que sea chofer y guardaespaldas de Marino. De jerarquía sargento, a Gómez se le asignaron varias tareas en toda la maniobra, desde cobrar hasta ser puntero de camiones.
Zona liberada
Siempre según la información que obra en la causa, la Justicia considera que para el éxito de la maniobra Duette se encargó de liberar las rutas nacional 14 y costera 2, dejando solamente un control fijo en el ingreso a Guaraní. De esta forma, se aseguraba que los camiones circulen sin inconvenientes, con lo que implica una “zona liberada” en una provincia como Misiones: no se controlaba la soja, pero tampoco contrabando o narcotráfico.
En tanto, si un camión era detenido, el comandante se comunicaba directamente y ordenaba que se libere el vehículo sin notificar a autoridades judiciales o tributarias. Algunos efectivos de la fuerza declararon en sede judicial que fueron trasladados arbitrariamente luego de hacer procedimientos de este tipo.
Incluso, Marino le ordenaba que tenía que detener e incautar cargas que no le pertenecían. Se reproduce en las conversaciones que le enviaba las patentes de los vehículos y el comandante procedía. También fueron solicitadas reuniones con otros jefes de la fuerza y la liberación de tres tractores traídos de Brasil de forma ilegal -que le valió un traslado al funcionario a cargo-.
Pese a que Marino se mostró dispuesto a pagar 300.000 pesos para recuperar esos vehículos, la autoridad de GNA no pudo responderle debido a que ya estaba todo judicializado.
El empresario también determinaba, aunque no de forma directa, a dónde quería a efectivos de confianza. Durante la investigación le dijo al jefe del Escuadrón IX: “Te consulto, tenés la posibilidad de dejar a xxxx – el nombre se preserva- en San Vicente. Entendió rápido la consigna”, a lo que el comandante le contestó: “Sí, tengo que planificar eso, pero sí”.
En otra oportunidad le reclamó: “Me moviste a mi pollo de San Vicente”, a lo que el gendarme le contestó que habían sido “órdenes de arriba”.
En cifras
8
La confirmación del procesamiento alcanzó a ocho personas de distintas localidades de la provincia. Dos son efectivos de Gendarmería Nacional.
90.000
Se estima que solamente entre enero y octubre del 2021 fueron enviadas a Brasil de forma ilegal 90.000 toneladas de soja.
Fuente, El Territorio.