La víctima (32) fue abordada el 26 de noviembre por Alexis B., detenido luego de 72 horas de vejaciones. Interviene el Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico. El acusado será trasladado a una cárcel común del servicio penitenciario de la provincia.
Alexis B., el tarefero que lleva un mes detenido en la Comisaría de Garuhapé por estar acusado de secuestrar durante tres días a su ex pareja fue notificado de la prisión preventiva dictada por el Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico. El hombre se encuentra imputado por el hecho que tuvo como víctima a una mujer de 32 años, quien fue raptada, torturada y abusada sexualmente en reiteradas oportunidades.
De esta manera, se espera que sea trasladado pronto a una cárcel común, bajo la órbita del Servicio Penitenciario Provincial. También quedó más cerca de la elevación a juicio.
Una semana después de su detención, el sospechoso fue trasladado ante el mencionado tribunal, a cargo del juez Manuel Balanda Gómez, donde tras designar defensor particular, y por recomendación de este último, decidió callar ante los investigadores sin que esto representara una complicación en su situación procesal.
Seguidamente, fue notificado de la instrucción de la causa por privación ilegítima de la libertad, abuso sexual con acceso carnal, desobediencia judicial y amenazas, todo en concurso real.
Luego de que los pesquisas consideren que hay suficientes pruebas que lo impliquen en los hechos y ante el riesgo que implicaría su libertad, el jueves 22 dictaron la prisión preventiva para Alexis B., ex pareja de una mujer que narró a sus rescatistas que durante el tiempo en que estuvo privada de su libertad fue torturada y abusada sexualmente en reiteradas oportunidades.
Según los voceros consultados, para el avance del esclarecimiento del conmocionante caso, se llamó a ampliación de declaración testimonial a la víctima. Cuestión fundamental para la causa ya que dependerá de los relatos que brinde la mujer la consiguiente declaración de más testigos en el caso.
Lo que los investigadores buscan ahondar son detalles de los distintos padecimientos que sufrió la denunciante durante las 72 horas que estuvo secuestrada en casa de su ex pareja.
El secuestro
Según pudo saber este matutino en base a fuentes que intervienen en la investigación, el ataque hacia la denunciante comenzó durante la madrugada del 26 de noviembre.
Tras haber salido de paseo, la víctima fue alcanzada por un amigo durante la caminata hasta la plaza principal de la localidad. A pocas cuadras de allí vive su madre, quien esa noche se había quedado al cuidado del bebé de seis meses que tiene la mujer.
Fuentes del caso comentaron que fue en esta instancia, y luego de seguir atentamente y en silencio los pasos de su ex, que Alexis B. esperó el momento preciso para encontrarla sin compañía de terceros. Y en un descuido de la denunciante, la interceptó desde atrás y tomándola de los pelos, comenzó a arrastrarla a la fuerza con la intención de llevarla hasta su casa.
Al ser de madrugada, fue casi nula la presencia de vecinos y transeúntes en la zona, por lo que el violento llevó a su víctima hasta su domicilio sin ningún obstáculo en el medio durante casi dos kilómetros hasta llegar al inmueble ubicado en cercanías a la zona conocida como Parador 21.
Siempre desde el tremendo relato aportado por la víctima ante los pesquisas, se sabe que el hombre la mantuvo vigilada y amenazada las 24 horas con un cuchillo. Y que como primera medida la despojó de su teléfono celular.
Torturas y violaciones
Mediante la utilización de un pesado trozo de hierro, cubierto con un pequeño corte de madera que en una de las puntas estaba atado, el agresor violó una y otra vez durante tres días a su ex pareja, sin importarle en lo absoluto que ésta sea la madre de su propio bebé de meses de vida.
La saña y la brutalidad con la que se habría manejado el atacante fue tanta que hasta en determinados momentos utilizó colillas de cigarrillo para provocar quemaduras en brazos y piernas de la mujer.
Por si fuera poco, cada vez que quería acceder vía vaginal y anal a la mujer, el hombre la asfixiaba introduciéndole un trozo de tela mojada en la garganta hasta desmayarla para luego despertarla con baldes de agua fría en el rostro.
Finalmente, y ya casi convencida de que no podría salir de ese traumático momento, la mujer imploró a su agresor que le dejara mandar unos mensajes a su madre para avisarle que estaba bien y que no la buscara. Fue allí que el hombre creyó que sería lo mejor y accedió al pedido.
Pero lo que no imaginó es que en pocos minutos una patrulla de la comisaría de Garuhapé iba a irrumpir en su propiedad y lo iba a detener.
Estudios médicos
Inmediatamente un gabinete de profesionales de la Policía de Misiones asistió a la víctima para luego trasladarla a un centro asistencial para que sea atendida por médicos.
La profesional que realizó los estudios ginecológicos confirmó la existencia de signos de abuso sexual, además de constatar varias lesiones en el cuerpo que podrían ser compatibles con las torturas recibidas durante 72 horas.
Otra cuestión que corroboró los aberrantes relatos de la denuncia tiene que ver con que durante el allanamiento realizado en la vivienda donde sucedieron los hechos se encontró el hierro utilizado para los abusos, como así también la cubeta con agua y la tela utilizada para las asfixias.
Fuente, El Territorio.