El incidente ocurrió en la avenida Bicentenario de Campo Ramón cuando un hombre disparó con un rifle de aire comprimido a un perro frente a su dueño, un niño de 12 años, antes de darse a la fuga. Los vecinos de la zona lograron identificar al agresor como Marcelo Goncalves, de 52 años, quien se desempeñaba como secretario de Deportes de la municipalidad de Campo Ramón.
La denuncia por maltrato animal contra el funcionario tomó estado público y el intendente de la comuna, José Luis Márquez Da Silva, solicitó la inmediata renuncia de Goncalves, lo cual fue publicado en las redes oficiales del ejecutivo. El ahora ex funcionario municipal expresó en su cuenta de Facebook: “Absolutamente a disposición de la Justicia, sin el traje de funcionario, allí demostraré mi inocencia”.
En un documento presentado este miércoles y dirigido al despacho del alcalde Da Silva, el ex secretario sostuvo que presentó su renuncia por “un hecho que está en investigación judicial, quedando yo a disposición de la Justicia, donde se presume cierta culpabilidad”. Añadió que deja su cargo en la Secretaría de Deportes para “evitar comentarios en contra de la gestión gubernamental a la que pertenezco y en particular a la investidura del señor intendente”.
La comuna ha emitido un comunicado en el que “abogan por el pronto esclarecimiento del caso, obrando en todo cuanto concierne a esta administración”. El incidente se encuentra siendo investigado por el Juzgado de Instrucción Dos de Oberá y el perro asistido y trasladado a una veterinaria.
El maltrato animal es un delito grave que afecta no solo a los animales, sino también a la sociedad en general. Es importante que se tomen medidas para prevenir este tipo de actos violentos y castigar a los responsables. La renuncia del funcionario es un paso en la dirección correcta, pero es esencial que se realice una investigación exhaustiva para determinar la culpabilidad del acusado y se le aplique la justicia correspondiente.
En este caso en particular, el hecho de que el ataque haya sido perpetrado por un funcionario público, aumenta la gravedad de los hechos y la necesidad de una investigación exhaustiva y un castigo ejemplar. La comunidad de Campo Ramón espera justicia para el animal y su dueño, y que se tomen medidas para evitar que estos incidentes vuelvan a ocurrir en el futuro.
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