-El expresidente ruso Dmitri Medvédev, aliado del líder del Kremlin, Vladimir Putin, advirtió a la OTAN de que la derrota de Rusia en Ucrania podría desencadenar una guerra nuclear. En un tono similar, el jefe de la Iglesia ortodoxa rusa afirmó que tratar de destruir Rusia significaría el fin del mundo, en un momento que calificó de angustioso para el país.
Desde que Rusia invadió Ucrania, Medvédev ha planteado repetidamente la amenaza de un apocalipsis nuclear, pero su admisión ahora de la posibilidad de una derrota de Rusia indica el nivel de preocupación de Moscú por el aumento de las entregas de armas occidentales a Ucrania.
«La derrota de una potencia nuclear en una guerra convencional puede desencadenar una guerra nuclear», dijo Medvédev, vicepresidente del poderoso Consejo de Seguridad de Putin, en un mensaje publicado en Telegram.
«Las potencias nucleares nunca han perdido conflictos importantes de los que dependa su destino», dijo Medvédev, que fue presidente entre 2008 y 2012.
Medvédev dijo que la OTAN y otros líderes de defensa, que se reunirán en la base aérea de Ramstein, en Alemania, el viernes para hablar de estrategia y apoyo al intento de Occidente de derrotar a Rusia en Ucrania, deberían pensar en los riesgos de su política.
Rusia y Estados Unidos, de lejos las mayores potencias nucleares, poseen alrededor del 90% de las ojivas nucleares del mundo. Putin es quien decide en última instancia sobre el uso de armas nucleares.
A la pregunta de si las declaraciones de Medvédev significaban que Rusia estaba llevando la crisis a un nuevo nivel, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, respondió: «No, en absoluto significa eso».
Peskov dijo que las declaraciones de Medvédev estaban en plena consonancia con la doctrina nuclear rusa, que permite un ataque nuclear tras una «agresión contra la Federación Rusa con armas convencionales cuando se vea amenazada la propia existencia del Estado».
Putin considera la «operación militar especial» de Rusia en Ucrania como una batalla existencial contra un Occidente agresivo y arrogante y ha dicho que Rusia utilizará todos los medios disponibles para protegerse a sí misma y a su pueblo.
La invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero ha desencadenado uno de los conflictos europeos más mortíferos desde la Segunda Guerra Mundial y el mayor enfrentamiento entre Moscú y Occidente desde la Crisis de los Misiles de Cuba en 1962.
Estados Unidos y sus aliados han condenado la invasión rusa de Ucrania como una apropiación imperial de tierras, mientras que Ucrania ha prometido luchar hasta que el último soldado ruso sea expulsado de su territorio.
El patriarca Kirill, líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, dijo en un sermón: «Rogamos al Señor que haga entrar en razón a los locos y les ayude a comprender que cualquier deseo de destruir Rusia significará el fin del mundo».
«Hoy es un momento alarmante», dijo, según comentarios difundidos por la agencia de noticias estatal RIA. «Pero creemos que el Señor no abandonará la tierra rusa».
Desde un sombrío mensaje de Nochevieja en el que describía a Occidente como el verdadero enemigo de Rusia en la guerra contra Ucrania, Putin ha enviado varias señales de que Rusia no dará marcha atrás. Ha enviado misiles hipersónicos al Atlántico y ha nombrado a su general de más alto rango para dirigir la guerra.
Putin dijo el miércoles que el poderoso complejo militar-industrial ruso estaba aumentando su producción y que era una de las principales razones por las que su país prevalecería en Ucrania.
Washington no ha detallado en público qué haría si Putin ordenara lo que sería el primer uso de armas nucleares en una guerra desde que Estados Unidos desencadenó los primeros ataques con bombas atómicas contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en 1945.
El director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés), William Burns, advirtió en noviembre al jefe de espionaje de Putin, Serguéi Naryshkin, sobre las consecuencias de cualquier uso de armas nucleares por parte de Rusia, dijeron entonces responsables estadounidenses.
Rusia posee 5.977 ojivas nucleares, mientras que Estados Unidos tiene 5.428, China 350, Francia 290 y Reino Unido 225, según la Federación de Científicos Estadounidenses.
Medvédev, de 57 años, que en su día se presentó como un reformista dispuesto a colaborar con Estados Unidos para liberalizar Rusia, se ha reconvertido desde la guerra en el miembro más belicista del círculo de Putin.
Dijo que los riesgos nucleares de la crisis ucraniana deberían ser obvios para cualquier político occidental que hubiera «conservado al menos algún rastro de inteligencia».
Fuente, Misiones Online.
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