La diferencia de valores entre el Peso y el Real se convirtió en un atractivo para trabajadores argentinos, especialmente misioneros y correntinos para ir a trabajar en Brasil y conseguir una “diferencia” entre lo que podrían ganar en la Argentina. Sin embargo, en Brasil estalló una fuerte polémica porque un concejal de Río Grande do Sul, estado vecino a Misiones, pidió no contratar más trabajadores “baianos” y sí argentinos que no protestan por condiciones laborales que se asemejan a la esclavitud.
El escándalo envuelve al legislador del bloque “Patriota”, Sandro Fantinel, un empresario agrícola y defensor de primera línea del ex presidente Jair Bolsonaro. Fantinel habló después de que el ministerio de Trabajo de Brasil rescatara a 250 trabajadores que estaban sometidos a explotación laboral en un viñedo de Río Grande do Sul, a unos 600 kilómetros de Misiones.
En la sesión de la Cámara de Vereadores de Caxias do Sul, donde tres de los 250 trabajadores nordestinos encontrados en situación insalubre denunciaron los crímenes, Fantinel defendió el fin de la contratación de “baianos” para evitar nuevos problemas laborales.
“¿El patrón va a tener que pagar empleada para hacer limpieza para los “bonitos” todos los días? ¿Hay que llevarlos a un hotel cinco estrellas (sic) para no tener problemas con el Ministerio de Trabajo ?”, dijo Fantinel.
“No contraten más a esa gente de arriba (por el estado nordestino). Hablenme, hagamos una línea y contratemos a los argentinos (sic)”, continuó el parlamentario en un mensaje a los ganaderos y empresas agropecuarias..
“Con los baianos (sic), cuya única cultura es vivir en la playa tocando tambores, era normal que pasara esto. Que esto te sirva de lección, deja de lado a esa gente que está acostumbrada al carnaval y a las fiestas para que no vuelvan a molestar (sic)”, disparó el concejal.
“Todos los agricultores que tienen argentinos trabajando, solo aplauden. Son limpios, trabajadores, correctos, cumplen horario, mantienen la casa limpia y cuando termina, todavía agradecen al patrón por los servicios prestados y por el dinero que recibieron. En ningún lugar del Estado hubo problemas con los argentinos”, comparó.
En un operativo de control, el Ministerio Público del Trabajo encontró trabajadores alojados en una posada en Bento Gonçalves, una ciudad vecina de Caxias do Sul. Los hombres se fueron de Bahía con la promesa de trabajo, comida y alojamiento, pero los alimentaron con comida en mal estado y los atacaron con una armas Taser y gas pimienta.
Trabajaban para la empresa tercerizada Oliveira & Santana, que prestaba servicios para las vitivinicolas Aurora, Salton y Cooperativa Garibaldi. Cuando recibieron la oferta de trabajo, se les prometió salarios de R$ 4.000 mensuales (unos 280 mil pesos) y buenas condiciones de servicio, como alimentación y alojamiento dignos, lo que no sucedió. La jornada laboral, según inspección, pasó de las 4 am a las 9 pm, configurando una situación de agotamiento. Los pagos también se retrasaron. Para colmo, los que no tenían dinero sacaron un préstamo a tasas de interés que llegaban al 50% durante la cosecha para poder comprar artículos de primera necesidad.
El Centro da Indústria, Comércio e Serviços, de Bento Gonçalves también emitió una posición muy similar a la del concejal: vinculó el trabajo esclavo a las políticas de asistencia social y la falta de mano de obra en Serra Gaúcha.
El escándalo llevó al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a determinar que la Agencia de Promoción de Exportaciones (APEX-Brasil) suspendiera a las tres marcas de vinos y espumantes más grandes del país -Aurora, Salton y Cooperativa Garibaldi- de las próximas ferias internacionales donde se presenten productos locales.
Las empresas emitieron comunicados diciendo que desconocían el trato dado a los trabajadores y afirman haber cancelado el contrato con la prestadora de servicio, pero el regreso a las ferias internacionales de las marcas, que cuentan con gran prestigio en el mercado, dependerá de la marcha de la investigación.
El caso fue descubierto a partir de que cuatro trabajadores sometidos a la esclavitud lograron escapar de una hacienda donde estaban realizando la vendimia y denunciar la situación ante una comisaría en una ruta de la Policía Federal de Caminos del municipio de Bento Goncalves, en el estado de Rio Grande do Sul, una localidad conocida por la inmigración italiana que desarrollo la industria vitivinícola en Brasil, país que es potencia mundial en espumantes.
Eduardo Leite, gobernador de Rio Grande do Sul, se expresó en Twitter contra el “discurso xenófobo y repugnante del concejal de Caxias”.
Asimismo, a través de su cuenta oficial de Twitter, el gobernador de Bahía, Jerônimo Rodrigues repudió las declaraciones de Fantinel y afirmó que “determina la adopción de las medidas pertinentes para que el concejal rinda cuentas por su discurso”. …
“No permitiré que nadie del Nordeste o de Bahía sea tratado con prejuicios o resentimientos.[…] Es inhumano, vergonzoso e inaceptable ver que hay brasileños capaces de defender la crueldad humana”, acusó el gobernador.
Fuente ECONOMIS.
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