Los focos se iniciaron en Península y Cabureí. La Asociación Ganadera y el Senasa bloquearon la zona e iniciaron vacunación. Instan a productores a informar pérdidas.
La rabia paresiante reapareció provocando estragos en el sector ganadero de Andresito y zonas de influencia. El laboratorio regional del Senasa en Candelaria, analizó una muestra enviada hace quince días por la Asociación Ganadera de un animal con síntomas de rabia y confirmó que la enfermedad ya se instaló nuevamente en la región provocando la muerte de unos 80 animales de diferentes haciendas en dos meses.
Miembros del departamento de Bromatología del municipio, junto a la Asociación Ganadera y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), emitieron la alerta e iniciaron el bloqueo de la zona donde se detectó el foco, para frenar su propagación.
Juan Carlos Amann, médico veterinario de la dirección de Bromatología de Andresito, fue el primero en denunciar los casos, convocando a una amplia vacunación. La inmunización apunta a todos los que en los últimos meses estuvieron en los lotes donde se detectaron los casos de rabia, que ya afectó a unos 80 animales de al menos tres familias productoras.
“Ya se hizo el anillo de vacunación donde aparecieron los animales muertos. Los colonos tienen que vacunar a su ganado en forma obligatoria con la antirrábica. Se hace una primera vacunación y un refuerzo a los 21 días y las personas que estuvieron en contacto con animales enfermos tienen que hacerse las vacunas antirrábicas en el hospital”, recomendó Juan Carlos Amann.
Recuerdan que la rabia paresiante es endémica y el año pasado se denunciaron casos en diferentes comunas de la provincia y anteriormente las pérdidas también fueron importantes. “En la zona de 25 de Mayo, a un sólo productor hace unos años la rabia mató a 34 animales, provocando pérdidas millonarias”, recordó Sebastián Rodríguez, subsecretario de desarrollo y producción animal, del Ministerio del Agro de Misiones.
El veterinario a cargo del área de bromatología en Andresito explicó a El Territorio que “los síntomas de los ovinos con rabia son ojos brillosos, están eufóricos, con gran salivación, un andar descoordinado, sin rumbo, tambaleantes. En casos más avanzados se acuestan, presentan síntomas nerviosos, se aislan del grupo y lamentablemente una vez que presentan sintomatología, el animal termina con la muerte”.
No ataca exclusivamente al ganado, aunque sí a todo animal de sangre caliente donde los más apuntados son la vaca y el caballo, que permanecen mucho tiempo sin moverse de lugar. Perros, cerdos, búfalos también son buscados por los murciélagos infectados, transmisores de la rabia paresiante. “Por eso convocamos a una vacunación mañana en Andresito para aplicar antirrábica canina y felina de manera gratuita”, anunció Juan Carlos Amann.
Información de productores
Su hermano Javier Amann también es veterinario y fue quien confirmó que unos 80 animales ya murieron en lo que va del año por rabia. “El foco apareció en Península que es una zona muy cercana al Parque Nacional Iguazú. Los murciélagos hematófagos viven en los montes y cuando salen enfermos de rabia, muerden a los animales. Cada cinco años aparece un foco importante”, explicó.
En su doble rol de secretario de la Asociación Ganadera de Andresito y supervisor general de fiebre aftosa en todo el departamento General Belgrano y San Pedro, fue el primero en salir a buscar “de manera urgente el positivo. Sacamos una muestra y emitimos el alerta”.
El protocolo indica que de manera paralela, “buscamos a las personas que estuvieron en contacto con los animales, se los vacuna y se aplica una cuarentena”.
Todas las voces consultadas por este matutino coinciden en que cuando a un productor se les muere uno o dos animales, no comunican. “Se confunden con los síntomas, porque muchas veces encuentran al animal como si estuviera atragantado y ponen la mano adentro de la boca del animal para resolver el problema y ya están infectados. Lo hacen sin protección y esos humanos se exponen a contagios”, indicó Javier Amann.
Tras el caso de Península el foco también está activo en Cabureí, “ambos lotes comprenden unos 10 kilómetros de circunferencia. La enfermedad lleva un proceso de incubación de 30 a 60 días y en ese lapso, algunos animales probablemente se trasladaron hacia otras zonas y pueden aparecer focos en otras partes”, alertó.
Enfermedad endémica en la región
En la Argentina, la notificación de casos es obligatorio y la responsabilidad le cabe tanto a productores como a veterinarios. Además de la provincia de Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa, Santiago del Estero y Tucumán conforman el área endémica del país que señala Senasa.
Productores afectados y con tratamiento médico
“Van al hospital, se les practica el test y siguen bajo la supervisión de los médicos”, precisó.
El dirigente viajó ayer a Posadas para informar de primera mano la situación al gobernador Oscar Herrera Ahuad, “quien puso a disposición de la Asociación Ganadera de Andresito, recursos financieros, personal, técnico de diferentes áreas de gobierno y todo lo que haga falta para combatir la rabia”.
En un universo de 80 mil cabezas de ganado en la zona productora del departamento General Belgrano, Andresito concentra el mayor volumen con cerca de 50 mil cabezas. “La pérdida de 80 animales es muy importante, pero más que preocuparnos, debemos ocuparnos e insistir con la vacunación y las campañas de concientización porque la rabia aparece seguido en nuestra zona”, aseguró Chamula.
“En Andresito, como en toda la zona lindera con parques y reservas, todos los años tenemos problemas gravisimos con respecto a la rabia. Si bien los murciélagos siempre están, cuando hay un brote de rabia, vuelan unos cinco kilómetros a la redonda y van contagiado la hacienda”, agregó el ganadero.
En el viaje a la capital provincial, Chamula repasó también con el gobernador Oscar Herrera Ahuad la situación por la que atraviesan algunas zonas por el ataque de hormigas mineras “y hubo un compromiso para seguir adquiriendo más insumos para combatirlas”, reveló el presidente de la Asociación Ganadera.