Horacio B. (35) fue trasladado en la jornada del miércoles al Juzgado de Instrucción Siete sobre calle Pedro Méndez y, ante el magistrado Mattos optó por dar su versión de los hechos pero igualmente fue imputado por femicidio.
El gendarme de 35 años continuará detenido en averiguación de los hechos que derivaron en la muerte de su pareja en el barrio Cocomarola Este de la capital provincial. Aún resta conocerse el resultado del examen de la absorción atómica, que será una prueba determinante para el expediente.
Según pudo saber este medio en base a fuentes judiciales consultadas, el hombre fue trasladado en una patrulla al Juzgado de Instrucción Siete sobre calle Pedro Méndez casi avenida Uruguay, custodiado por efectivos de la Policía de Misiones.
En principio, el hombre designó abogado defensor particular y, ante el magistrado Miguel Mattos, tenía la posibilidad de dar su versión de los hechos o bien abstenerse a declarar, sin que ello presuponga su culpabilidad.
Por recomendación de su abogado, Fabián Flores, optó por dar su versión de lo ocurrido el pasado domingo y desligarse del hecho. Mencionó que tras una discusión, su pareja, Yesica Noemí Galeano (31), se quitó la vida con un arma calibre 9 milímetros. Contó además que fue el quién alertó al 911.
A pesar de ello, al finalizar la audiencia de declaración indagatoria en horas de la siesta del miércoles, fue imputado formalmente por el delito de “femicidio”, que prevé una pena de prisión perpetua en el caso de ser hallado culpable, tal como se expresa en el inciso 11 del artículo 80 del Código Penal.
Horacio B. llegó al Juzgado alrededor de las 9 horas y salió pasadas las 14, esposado y con la cara tapada con una remera para evitar ser fotografiado por los medios de prensa presentes en el lugar.
La investigación recién inicia y por el momento, no se puede descartar ninguna hipótesis. Lo principal es conocerse el resultado de la absorción atómica, prueba que pretende identificar residuos de disparo, pólvora y otras partículas que escapan por la parte posterior de un arma de fuego cuando es accionada y se depositan en la mano de quien la manipuló. Sería más efectivo que la parafina.
Tal como se informó oportunamente, los hechos ocurrieron el pasado domingo, cerca de las 9, en una vivienda sobre calle 55b del barrio Cocomarola Este. Hacía poco más de un año, Horacio B. y Yesica Galeano alquilaban en ese lugar.
Tras una presunta discusión, un vecino de los gendarmes escuchó una detonación y dio alerta al 911. Al llegar los uniformados de la comisaría Decimoprimera, se encontraron con el cuerpo de la mujer sin signos vitales, en el asiento del acompañante de un Volkswagen Bora estacionado en el frente de la propiedad.
La pareja de la mujer estaba en el lugar del hecho y tenía sangre en sus prendas de vestir pero expresó que ella se había suicidado. Pero, algunos detalles de la escena hicieron dudar a los pesquisas.
En principio, según la autopsia, Galeano murió de un disparo de arma de fuego calibre 9 milímetros, con orificio de entrada por el lado derecho de la cabeza. La pistola estaba a la izquierda del cuerpo, entre los asientos delanteros. Ella era diestra.
Fuente, Misiones Online.
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