El joven de 23 años Javier Ponce, del barrio Don Santiago de Garupá, denunció que el pastor de la iglesia evangélica a la que asiste lo atacó “sin mediar palabras” y le rompió el tabique y la clavícula, dejándolo inconsciente. Al quedar inconsciente, Ponce sostuvo que “hay un testigo que dice que me siguió pegando en la cabeza”.
Todo comenzó cuando, alrededor de las 22 del último domingo, “salí normalmente del culto y tuve un cruce de palabras con el hijo del pastor Carlos Pedro Zárate”, dijo el denunciante en una entrevista.
Es que, el líder de la iglesia “había hecho una liberación (acto que consiste en despojar del demonio a una persona) y el chico estaba jugando y lo estaba remedando, entonces le dije que no lo hiciera”, contó Javier.
Tras arribar a su vivienda, distante a pocos metros de la iglesia Vida en Jesús -ubicada sobre la calle Rolón, a 300 metros de Avenida de las Américas-, el joven recibió un mensaje de su “líder”, Rubén Balmaceda, para que fuera a su casa, que queda a una cuadra de la suya.
“Cuando me congregué, el pastor me puso a su cargo, me llevaba a su casa a orar, leer la Biblia, ayunar”, indicó el damnificado.
No obstante, esta vez, la invitación no tenía que ver con la iglesia: “Voy hasta la América y ellos salen, el pastor ya no tenía más el traje, me llama y se paran uno al lado del otro, como para encerrarme”.
En ese momento, el religioso “tenía las manos atrás y, cuando me acerco, me mete un cabezazo sin mediar palabras, ahí saca un revólver y me rompió el tabique y el diente”, recreó Javier, y añadió: “Ahí quedé nocaut”.
Al quedar inconsciente, Ponce sostuvo que “hay un testigo que dice que me siguió pegando en la cabeza”.
En ese estado, el muchacho fue llevado al hospital de Fátima: “Recién reaccioné en la ambulancia, vine a mi casa y me acosté”, recordó.
Fue así que, al otro día, “me levanté todo ensangrentado, me dolía todo el cuerpo, pero le escribí al pastor para arreglar las cosas, para pedirnos perdón ante Dios”.
No obstante, Javier adujo que “le pregunte cuál fue el motivo por el cual me golpeó y, como no me dio respuestas, decidí bloquearlo”.
“Este pastor era de Prefectura, tiene muchos contactos, andaba en la delincuencia antes de hacerse pastor, andaba en la pesada, eso dijo en el culto”, comentó la víctima a LVM.
“Hasta ahora no salgo de mi casa por miedo a que me haga algo, porque tiene gente dando vueltas por ahí para liquidarme”, postuló Javier y subrayó: “Tengo miedo por mi vida, por mi familia, por mi casa”.
“Quizás yo hice mal en contestarle así a su hijo, me apunto a mi primero como cristiano”, expuso y reflexionó: “Fue un cruce de palabras, pero más allá de eso, no hay otro motivo para que me haga eso, porque sin mediar palabras me pegó y sacó un arma de fuego y si no había testigos me iba a liquidar”.
Javier Ponce realizó la denuncia en la Seccional Quinta de Garupá, “pero sé que le avisan, que tiene contactos, ellos están en banda, son una mafia”, lanzó.
“Lo hago público por mi seguridad, si me llega a pasar algo el culpable es Carlos pedro Zárate, porque si él tuvo el coraje de pegarme con un arma de fuego tantas veces, que más puede llegar a hacer”, se preguntó el muchacho.
Fuente, La Voz de Misiones.
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