La Comunidad Yvy Porã Mirĩ, ubicada en San Vicente, Misiones, atraviesa una situación preocupante que tiene su estructura en la marginalidad y la discriminación sostenida hacia el Pueblo Mbya.
Tras haber sido desplazados de su territorio ancestral, hace siete meses comenzaron un proceso de recuperación de lo propio y desde entonces solo hubo desidia por parte del Estado.
Leonardo Ramírez, mburuvicha de la Comunidad, manifestó su angustia debido a que hasta ahora no recibieron ningún tipo de atención médica, y además fueron ignorados ante los reiterados pedidos de una instalación adecuada para tener agua potable. Se trata de dos derechos humanos fundamentales para la vida y la integridad de las personas.
El reclamo no fue realizado solamente en la Municipalidad de San Vicente, sino también en el hospital de la localidad, en el Ministerio de Salud en Posadas, entre otros organismos a los que Leonardo acudió incontables veces.
La última presentación formal del pedido de agua se realizó en febrero último -precisamente el 23- ante la Municipalidad de San Vicente, pero no hubo respuestas. Actualmente allí habitan cinco familias, 29 personas en total –entre ellos niños, adolescentes, adultos y ancianos- que esperan por sus derechos más básicos.
“Me preocupa porque hace rato que estamos pero ningún doctor llegó a la Comunidad. Además, presentamos una nota pidiendo mejoras de agua y hasta ahora no recibí respuestas. En verano pasamos sin agua”, lamentó el mburuvicha, Leonardo.
Fue esta misma Comunidad la que en octubre pasado sufrió la destrucción de sus casas, violencia física y amenazas por parte de una persona que dijo ser uno de los supuestos herederos del lugar que se encuentra en sucesión.
Los miembros de la Comunidad habían contado que allí se asentaron sus antepasados varias décadas atrás, pero fueron obligados por no indígenas a abandonar el lugar, y hoy luchan por recuperarlo haciendo frente a todas las adversidades.
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