El comisario mayor desplazado de la Policía provincial e investigado por la Justicia por acoso sexual y maltrato laboral en la subdirección que tenía a su cargo, también fue denunciado por una sargento y subalterna por amenazas de muerte.
Con el mismo tenor de violencia que profirió la primera amenaza de muerte si lo denunciaban como protagonista de episodios de acoso laboral y abuso sexual, el comisario mayor apartado de la fuerza de seguridad provincial habría ratificado su posición: “Si esa p… va a la prensa y hace pública la denuncia le voy a pegar un tiro, no tengo nada que perder”. Esto provocó que el juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte, ordene las medidas restrictivas para el sospechoso durante las últimas horas.
El escándalo por las presentaciones judiciales que acusan a un subdirector de Seguridad Vial y Turismo de la Policía de Misiones de abusar sexualmente de una subcomisario que estaba bajo sus órdenes y de una suboficial, a la que habría acosado y maltratado también de manera directa en el espacio de trabajo, se amplió tras una publicación de ayer en exclusiva del caso.
-De acuerdo a fuentes consultadas, una sargento de 38 años fue la víctima de las amenazas de muerte, por lo que no sólo denunció al comisario mayor de 54 años ante la fiscal de Instrucción 1, Amalia Benedicta Spinnato por el maltrato laboral y acoso, sino que también detalló la amenaza de quitarle la vida que habría anunciado y repetido.
El funcionario público ostentaba el rango mencionado no solo para cumplir con su deber y trabajo directo, también habría “chapeado” y obligado a sus víctimas a guardar silencio sobre los episodios reiterados de acoso laboral.
Reacción rápida
Otras voces en contacto directo dentro de la Policía manifestaron que de manera formal ya se habían denunciado situaciones o casos similares con el mismo sospechoso.
Ante este antecedente, la presentación judicial derivó rápidamente el miércoles en la decisión de pasar a disponibilidad al comisario mayor, lo que incluye alejarse de los habituales lugares o espacios de tareas bajo su responsabilidad en el edificio de la Dirección General de Seguridad frente a la costanera sur en inmediaciones al complejo habitacional A3-2.
Este protocolo subió para análisis a las autoridades de la Jefatura, Carlos Merlo y Víctor Maj, jefe y subjefe, respectivamente. La firma de ambos se rubricó el miércoles.
También es válido agregar que otra suboficial, de 25 años aproximadamente, ya había denunciado al comisario mayor ante superiores por el acoso sexual constante y el maltrato laboral como respuesta inmediata al rechazo que la víctima opuso.
Entre pasillos y oficiales de alto rango de la fuerza policial, se replicó ayer, tal como se adelantó en este medio, que los actos delictivos similares no fueron pocos pero se mantenían “solapados o silenciados” por la mala aplicación de la verticalidad del funcionamiento institucional y por temor a la jerarquía del funcionario público.
Fuente, Primera Edición.