River Plate le ganó este domingo por la noche a Newell’s Old Boys, en Rosario, por 1 a 0, en partido de la duodécima fecha de la Liga Profesional de Fútbol que lidera, con un gol de Pablo Solari señalado en el quinto y último minuto de descuento.
River gana hasta cuando no parece que va a ganar. En la última pelota de la noche y cuando el árbitro Hernán Mastrángelo había sumado un minuto más de tiempo adicional, Newell’s fue a buscar un tiro libre al área de Franco Armani pero volvió muy mal. Y lo pagó con la derrota: Armani rechazó con los puños el pelotazo de Pablo Pérez, Matías Suárez corrió el contrataque, habilitó a Esequiel Barco y el pase del ex Independiente fue mandado a la red con el arco libre por Pablo Solari, ante la apresurada salida del arquero Lucas Hoyos.
Fue un 1-0 sin brillo. Pero tremendamente significativo. Porque afirmó al equipo de Martín Demichelis como el principal aspirante al título. Todavía no se ha llegado a la mitad del campeonato. Y hasta puede parecer apresurada la afirmación. Pero River ha demostrado tener hasta aquí mejor juego, mejores resultados (octavo triunfo consecutivo), mejor plantel y por lo visto en Rosario, también los mejores guiños de la fortuna.
Los dos pensaron en sus partidos coperos de la semana. Y todavía tenían en sus físicos los restos de la fecha entre semana. Gabriel Heinze puso a casi todos los titulares de Newell’s luego de haber colocado varios suplentes ante Racing. Demichelis rotó bastante e hizo varios cambios, sobre todo del medio en adelante. Y en verdad, lo sintió. River no tuvo la salida clara ni la fluidez en la circulación de la pelota que había mostrado en varios de sus compromisos anteriores. Y con menos fútbol, le costó llegar. Llamativamente lo consiguió más cuando vinieron desde el banco Solari, Matías Suárez, Barco y Beltrán que con Aliendro, Nacho Fernández, Paradela y Borja quienes arrancaron como titulares.
Fuente, Revista Códigos.