Tres implicados estaban transportando herbicidas frente a El Soberbio cuando presuntamente fueron sorprendidos por la Policía Militar, que actuó a los tiros. Sólo uno de ellos pudo huir
Dos jóvenes de El Soberbio estaban siendo buscados ayer en aguas del río Uruguay luego de ser presuntamente sorprendidos en Brasil en pleno transporte de mercaderías de contrabando. La búsqueda de Prefectura y Bomberos del vecino país se suspendió cuando llegó la noche, pero va a continuar hoy.
Las autoridades locales se enteraron de lo sucedido mediante las redes sociales, ya que durante la jornada de la víspera se empezó a compartir la imagen de Pablo César Schirman, de 19 años, quien se encontraba desaparecido. De esta manera, efectivos locales iniciaron las investigaciones pertinentes y pudieron dar con su hermano, Eliseo (24).
El joven domiciliado en el barrio Hospital expresó que en horas de la noche del sábado, cerca de las 21, concretaron un viaje ilegal en canoa a Brasil para llevar herbicidas. El lugar de destino era un sitio conocido como Tres Ilhas, que queda frente a la ruta costera 2, rumbo a los Saltos del Moconá.
Añadió que además de su hermano, la embarcación tenía otro ocupante, el canoero, de quien no supo brindar más datos por lo que hasta la víspera su identidad era un misterio.
Su versión indica que cuando llegaron a la orilla del vecino país fueron recibidos por disparos con armas de fuego por autoridades del vecino país que estaban haciendo operativos en la zona. Cree que era una comisión de la Policía Militar, aunque no pudo brindar precisiones al respecto.
En esa instancia los tres implicados saltaron al agua. Eliseo pudo nadar hasta la orilla nuevamente y con la ayuda de los lugareños logró luego volver a la Argentina, aunque no pudo tener noticias sobre su hermano y el timonel. El joven expresó que no sabía si habían sido detenidos o bien no lograron salir del agua.
Más allá de eso, algunas versiones en el pueblo fronterizo indican que los efectivos locales recibieron a la embarcación e incautaron la mercadería para luego liberar a los contrabandistas. Y en esa instancia, cuando emprendían el regreso, se efectuaron los disparos intimidatorios que hicieron que cayeran al río.
Lo cierto es que en la víspera, en el intercambio de informaciones con las autoridades brasileñas no se reportaron detenciones. Incluso se supo que el Cuerpo de Bomberos Militares – perteneciente a la Policía Militar – estaban también abocados a la búsqueda.
En jurisdicción argentina, por su parte efectivos de Prefectura Naval Argentina y de la Policía de Misiones colaboraban con el operativo. De todas formas, cerca de las 19, cuando la luz del día se apagó, el despliegue terminó y continuará en la jornada de hoy.
Contexto y antecedente
El contrabando en la El Soberbio y sus alrededores es conocido. Si bien el principal producto exportado ilegalmente es la soja, que es transportada en grandes embarcaciones de madera desde puertos ilegales, conocedores de la zona señalan que la venta tabaco a Brasil incrementó notablemente.
Pero no sólo mercaderías van hacia el otro lado del río, sino también vuelven maquinarias y otros productos como parte de pago o bien porque son más baratos que en Argentina para trabajar en las chacras. Y toda esta industria sin controles tiene consecuencias fatales.
Si bien la pandemia disparó la actividad, uno de los casos más conmocionantes ocurrió hace cinco años, en noviembre del 2018. Ricardo Do Santos Da Silva falleció en medio de un operativo por contrabando efectuado por la Prefectura Naval Argentina (PNA). La víctima cruzaba el río Uruguay desde Brasil en la cabina de un tractor que estaba siendo transportado por dos embarcaciones, hasta que debido a una mala maniobra cayó al agua y no pudo salir del vehículo.
El hecho se conoció cerca de las 22.30 del miércoles 21 de noviembre, cuando el muchacho ingresó sin vida al hospital local. La causa de muerte fue una asfixia por sumersión, es decir, se ahogó, pero sus familiares reclaman que los uniformados debieron haberlo auxiliado.
De acuerdo a lo que se pudo reconstruir oportunamente, todo ocurrió en un puerto natural ubicado en el paraje El Tigrinho, a unos 16 kilómetros del casco urbano. En esa instancia, una patrulla de PNA que hacía recorridas en este punto señalado como ‘zona caliente’ de contrabando se topó con el cruce ilegal que estaba realizando Santos Da Silva.
Según describieron, el tractor era cruzado encima de dos canoas con maderas atravesadas como base para la máquina agrícola. Una de las embarcaciones tenía un motor fuera de borda que los impulsaba.
No se sabe con certeza cuántas personas iban junto a Da Silva – se cree que dos o tres -, pero lo cierto es que los efectivos federales dieron la voz de alto y efectuaron disparos intimidatorios, lo que alteró todos sus planes. Fue allí que quienes estaban en las embarcaciones se arrojaron al agua o quisieron regresar a Brasil, lo que terminó haciendo que el tractor cayera al agua con la víctima en su interior, de donde no pudo salir.
El negocio del herbicida
El contrabando de herbicidas a Brasil es uno de los negocios más fructíferos debido a que productos como el paraquat están prohibidos en Brasil desde el 2020. Por eso los agricultores brasileños, dadas las porosidades de la frontera, los adquieren de Argentina y también Paraguay, donde se puede comercializar libremente.
Según detalló Mark Tollemache (38), delegado de la Receita Federal (el equivalente a la Afip) de Dionísio Cerqueira, en una entrevista con El Territorio realizada en su oficina hace un año, las incautaciones de agrotóxicos en su jurisdicción aumentaron un 1.400 por ciento en el período 2021 -2022 con respecto al 2019 -2020.
Para tener una idea, este incremento es aún mayor al del vino argentino, que aumentó un 1.200 por ciento en el mismo período según el funcionario.
Tollemache amplió que la movilización de este producto se da en pequeñas camionetas, que son para los productores de la zona, o en grandes camiones, cantidades que son distribuidas en todo el estado de Paraná, San Pablo, Minas Gerais y Mato Grosso do Sul.
Estos vehículos y camiones incautados se encuentran en el galpón de la fuerza y El Territorio fue testigo de cómo se acumulan. Incluso muchos de ellos no pueden ser manipulados por la peligrosidad que ello representa.
“En Argentina está prohibida la venta de ciertas concentraciones de estos productos, pero los contrabandistas los terminan mezclando en recipientes. Les sacan la etiqueta y dicen que es aceite para autos, por lo que le ponen colorantes negros en el producto para pasar por la fiscalización. Eso es un peligro mucho mayor, porque si alguien no lo sabe, puede tocarlo”, describió.
Con la información decorresponsalía El Soberbio
Fuente, El Territorio.