Darío Holzweissig fue detenido ayer como nuevo sospechoso por el femicidio de Griselda Blanco, la periodista correntina hallada asesinada en su casa el domingo pasado en su casa de Curuzú Cuatiá. El hombre, de 46 años y dedicado a la fabricación de muebles según los registros de la AFIP, había sido introducido en la causa por los propios familiares de la víctima, quienes declararon que su madre mantenía una “relación tóxica” con él.
En ese marco, la casa de Holsweizzig había sido allanada en dos ocasiones en la última semana. No obstante, el mueblero permanecía libre. Eso cambió luego de que la Policía Federal analizara las cámaras de seguridad del caso y encontrara imágenes que complicaron su situación.
A través de los registros fílmicos, los investigadores descubrieron que Holzweissig, supuestamente, había dejado su casa el sábado 20 a las 2:11 de la mañana. Luego, el auto fue visto en Tarrago Ros y Ruta 126 a las 2:13. Y más tarde, a las 2:30 en Castelli y Rivadavia.
El Suzuki Fun regresó a la casa del mueblero a las 3:35, pero diez minutos más tarde desde el mismo ángulo se mostró a un hombre muy similar al acusado, vestido con ropas oscuras, limpiándose las manos con una tela.
Luego, el hombre entró a la casa nuevamente y volvió a salir a las 4:02, esta vez con un elemento blanco en su mano izquierda, tal cual se muestra en las imágenes que ilustran esta nota. El sospechoso después se dirigió a un descampado. En este punto hubo un detalle que no pasó desapercibido por los detectives, ya que el hombre caminó en dirección a la zona donde, en el marco de la investigación, se hallaron un cuchillo y un celular marca Motorola desarmado que podría pertenecer a la víctima -faltaba uno de sus teléfonos al momento del crimen-.
Eso no fue todo, ya que las cámaras cercanas a la casa de Griselda también fueron cotejadas y allí se vio a una persona vistiendo ropas oscuras con un elemento blanco entre sus manos caminando hacia la escena del crimen a las 02:37 horas para salir a las 03:12. El Suzuki Fun también fue visto en la zona a esa misma hora.
“Resultaron fundamentales las declaraciones testimoniales de los hijos de la víctima, ya que pusieron en conocimiento a los investigadores de la relación tóxica de su madre con quien resultaría ser el victimario”, asegura el texto.
Y continúa: “Se estableció que entre Blanco y Holzweissig existía un relación previa, que en primera instancia era carácter comercial y luego devino en encuentros sexuales, con los que Blanco comenzó a extorsionar a Holzweissig exigiéndole dinero para no dar a conocer esta circunstancia a su esposa, lo que habría desencadenado el móvil del brutal crimen”.
Para las próximas horas se esperan los resultados de una pericia a un manojo de pelos que fue encontrado en las manos de Griselda, cuyo color no es el rubio de la víctima o el blanco de su mascota, un gato. Estas fibras son el objeto de una pericia a cargo del MPF correntino, confirmaron fuentes del caso.
Por otra parte, los investigadores encontraron material genético que no corresponde a Griselda en la soga plástica hallada alrededor de su cuello, con la que fue estrangulada. Ese material podrá ser cotejado también.
Fuente, Infobae.
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