El Ministerio de Economía busca repetir la estrategia de marzo: postergar pagos hasta fin de mes y apurar el desembolso. La búsqueda de que el FMI reconozca el efecto de la sequía afloje las metas y adelante envíos de DEG se demoró más de lo esperado y se postergó el viaje a Washington.
Las negociaciones para definir las nuevas metas y el adelanto de desembolsos del FMI por USD10.800 millones para sostener las reservas llegaron a una fecha cercana al límite. El Gobierno debe afrontar hoy un vencimiento de capital con el Fondo por USD926 millones y mañana tendrá otro por USD1.787 millones.
No hay fecha de viaje confirmado a Washington hasta que no haya acuerdo con el staff y la estrategia de corto plazo apunta a ser similar a la que se siguió en marzo: postergar al menos parcialmente esos dos pagos hasta fin de mes, fecha para la que se espera tener cerrado el envío del FMI.
Al 7 de junio, y en base a los datos oficiales, según el Grupo Geres las tenencias en DEG dentro de las reservas brutas del BCRA totalizaban el equivalente a USD1.900 millones. Es decir que será necesario recibir el desembolso para poder afrontar los pagos comprometidos para esta semana, por un total de USD2.713 millones, según las estimaciones del último informe de Operaciones de la Deuda Pública de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
Lo que indicaba el cronograma de desembolsos original era que para fines de junio el Fondo iba a enviar en torno a USD4.000 millones, lo que estaba sujeto al cumplimiento de las metas fiscal, monetaria y de reservas. La sequía complicó seriamente la posibilidad de alcanzar alguno de esos objetivos en el segundo trimestre, por lo cual la negociación se centra en buena parte en lograr que el FMI reconozca los efectos de la crisis climática tanto sobre las exportaciones como en su impacto sobre la recaudación tributaria.
La baja en las ventas externas no sólo acotó la posibilidad de acumular reservas netas por encima de la meta que exigía un crecimiento de USD6.800 millones entre diciembre del 2021 y junio del 2023, sino que además recortó con fuerza la recaudación vía retenciones y llevó a un salto importante del déficit primario.
Así, frente a una meta fiscal que forzaba a un rojo no superior a los $1,1 billones en la primera mitad del año, se llegó a finalizar abril con un rojo de $1 billón, lo que deja un margen escaso para el resultado de mayo y junio. Por cierto, el resultado de mayo también se publicará durante el jueves. No hay demasiadas posibilidades de que en ese bimestre el rojo haya estado por debajo de los $100.000 millones de margen. Finalmente, el alto rojo fiscal obligó a emisiones monetarias para abastecer directamente al Tesoro por $670.000 millones, bien por arriba de la meta de $372.800 millones para los Adelantos transitorios.
Las conversaciones entre el Gobierno y el FMI se centran hoy en esa dificultad: hay vencimientos previos al desembolso, se puede postergar ese pago hasta fin de mes y la posibilidad de realizarlo depende de que la negociación, frente a las metas incumplidas por un factor climático externo, lleve a buen puerto las necesidades oficiales de que se relajen las metas y se garantice el envío de dinero.
El Gobierno nacional pretende que adelante los desembolsos de lo que queda de 2023 y el pautado para 2024, por un total de casi USD11.000 millones para tener reservas que permitan afrontar las elecciones sin una mayor consecuencia sobre la actividad económica.
La posibilidad de que se confirme el viaje del viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein; el responsable de las negociaciones con el Fondo, Marco Lavagna, el vicepresidente del BCRA, Lisandro Cleri; e incluso con la potencial presencia del ministro de Economía, Sergio Massa, depende de que esa negociación avance a la distancia en estos días.
Fuente, Misiones Onine.