Mary Pereyra fue quien rescató a la beba de un año que fue arrastrada por la corriente producida por las intensas precipitaciones de ayer en Oberá. Milagrosamente la criatura resultó ilesa. ”Dios me ayudó y salió todo bien”, destacó Mary
En cuestión de segundos, las intensas precipitaciones de esta mañana convirtieron el desnivel de la calle Salta, en el centro de Oberá, en un caudal de agua de inusual fuerza que sorprendió a una mujer que transportaba en el cochecito a su beba de un año, la que fue arrastrada por la corriente.
Pero la pequeña Yaquelín tuvo la fortuna que se cruzara en su camino Mary Pereyra, quien trabaja en una casa de la zona y observó la escena. Sin dudarlo, se lanzó a la correntada y alzó a la criatura. De lo contrario, tal vez el desenlace hubiera sido trágico.
“Yo rescate a al bebé y mi patrona, María del Carmen, la resguardo hasta que baje el agua. Tuve mucho miedo de no poder salvarla porque la corriente empujaba mucho. Pero Dios me ayudó y salió todo bien”, comentó Mary en un breve diálogo con este medio.
El hecho se registró sobre Salta al 550, circunstancia en que Magdalena O. (28) circulaba junto a su beba y su cuñada Milagros B. (21), las cuales fueron arrastradas varios metros por el caudal de agua.
Las dos mujeres lograron incorporarse, pero no pudieron sostener el changuito con la pequeña.
En ese momento, como si fuera su ángel de la guarda, apareció Mary y rescató a la chiquita.
Tanto la madre, la nena y la cuñada resultaron ilesas. Si bien intervino personal policial y se dispuso el traslado al Hospital Samic, las involucradas aseguraron estar ilesas y regresaron a su casa.
Fuente, El Territorio.
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