El homicidio de Ramón Da Rosa (40), en el paraje Las Quemadas, localidad de Cerro Corá, se inscribe como uno de los crímenes más horrendos en la historia criminal más reciente de la provincia de Misiones. La víctima padecía una discapacidad motriz ya que faltaba una pierna, caminaba con muletas, pero ello no fue impedimento para que lo ultimaran de la peor manera.
La víctima padecía una discapacidad motriz ya que faltaba una pierna, pero ello no fue impedimento para que lo ultimaran de la peor manera, puesto que al asesino literalmente le abrió el torso con un machete y luego extrajo gran parte de los órganos con sus propias manos.
Pero como si esa monstruosidad no fuera suficiente, el autor del hecho tomó las muletas de Da Rosa y las ató en forma de cruz con sus propios intestinos.
Desde un primer momento la acusación se centró en José Andrés Quednau (35), ex concubino de Teresa Del Carmen Venecio (42), la cual al momento del hecho era pareja de la víctima fatal.
Según el expediente, la mujer también fue atacada por Quednau, aunque salvó su vida de milagro ya que un machetazo sobre el costado fue amortiguado por el celular de la mujer. El aparato resultó destruido, pero evitó una segunda muerte.
El hijo de Venecio, un menor de 14 años, y un vecino de la zona también fueron testigos del hecho que se registró el 7 de septiembre del año pasado.
El acusado fue detenido cuando aún se hallaba en la escena del crimen, como en trance, al tiempo que fuentes policiales informaron que se jactó de lo que había hecho y llegó a decir “me tomó medio litro de sangre de este”. Las manchas que rodeaban su boca dieron entidad a sus palabras.
En ese contexto, desde un primer momento se especuló con que Quednau podría padecer algún tipo de trastorno psiquiátrico que justifique su siniestro accionar, lo que finalmente fue descartado.
Preso común
En diálogo con un vocero del caso precisó que los peritos del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial determinaron que el sospechoso comprende la criminalidad de sus actos, por lo que fue imputado por homicidio calificado y femicidio en grado de tentativa, en concurso real.
“Los estudios a los que fue sometido Quednau descartaron indicios de problemas mentales, está ubicado en tiempo y espacio, y comprende la criminalidad de sus actos. Eso quiere decir que puede ser sometido a un proceso penal y por ello fue ingresado bajo custodia del Servicio Penitenciario en la Unidad Penal VIII de Cerro Azul como un preso común”, detalló la fuente.
En consecuencia, el pasado 24 de mayo Quednau ingresó a la cárcel de Cerro Azul como imputado procesado.
El expediente se tramita ante el Juzgado de Instrucción Seis de Posadas y restarían detalles para la elevación a juicio. Por el tenor de la acusación, el implicado podría ser condenado a prisión perpetua.
Si bien en principio hubo un segundo sospechoso, con el avance de la pesquisa se resolvió su excarcelación. Se trata de Darío Daniel M., quien fue detenido a instancias de la declaración del hijo de la señora Venecio, aunque la acusación resultó endeble.
Crimen siniestro
El hecho se registró el 7 de septiembre del año pasado en una calle de tierra muy angosta y rodeada de vegetación, donde Quednau interceptó a Da Rosa y su pareja, los cuales se dirigían a lo del patrón del hombre.
Según se reconstruyó, en el lugar hubo una pelea y en un momento dado el acusado extrajo de sus prendas un arma blanca con la que atacó a Da Rosa.
El asesino prácticamente abrió al medio a su víctima en la cavidad torácica, extrayendo los intestinos y el corazón.
Con las vísceras luego el homicida ató las dos muletas de la víctima, formando una cruz que clavó en la tierra, al lado del cadáver.
El cuerpo presentaba lesiones en el cuello, rostro, brazos y piernas, al punto que casi se desprendió un tobillo por la profundidad de los machetazos.
Los efectivos de la comisaría de Profundidad, con jurisdicción en la zona, fueron advertidos del hecho por una llamada de Venecio poco antes de las 15 y fueron hasta el lugar a constatar lo sucedido. Al lado del cuerpo estaba aún el presunto homicida con las manos ensangrentadas y un machete en la mano.
La autopsia confirmó que la víctima padeció más de 50 cortes en el cuerpo, aunque debido al ensañamiento del asesino no se puedo determinar cuál de todos causó la muerte.
Ayuda para escapar
Días después del hecho, Teresa De Carmen Venecio contó detalles del crimen. En el diálogo expresó que aquel día se dirigía con Da Rosa a la casa de su patrón y el acusado se acercó de golpe, “por atrás mío, del monte salió a la calle y dijo ‘vos me estás insultando, hijo de puta’”.
La mujer trató de interceder, pero su ex la insultó y le tiró tres machetazos: en la cara, en el pecho y en la espalda. Luego emprendió el ataque a Da Rosa, quien cayó al suelo.
Por fortuna para la mujer, quien ya estaba malherida, su hijo de 14 años llegó al lugar alertado por los gritos y la ayudó a escapar, mientras el homicida seguía mutilando el cadáver.
La saña del asesino en 54 cortes
En el expediente se cita que se registraron múltiples lesiones “con presencia de cuerpo extraño en orificio bucal, achicamiento de cuero cabelludo, múltiples heridas punzocortantes en cuello, profundas, apertura de cavidad torácica y abdomen medio con evisceración y presencia en cavidad abdominal de presas de pan”.
Formalmente, se asentó que en el lugar del hecho hallaron “intestino delgado extracorpórea uniendo dos muletas de madera en forma de cruz por delante del cuerpo”.
Por ello, ante tal descripción, José Andrés Quednau fue imputado por los delitos homicidio calificado (artículo 80, inciso 2) y femicidio en grado de tentativa, todo en concurso real.
El segundo inciso del artículo 2 indica que “se impondrá prisión perpetua al que matare con ensañamiento, alevosía, veneno u otro procedimiento insidioso”.
El intento de femicidio, en tanto, es por el ataque a Teresa Del Carmen Venecio, quien era la pareja de Da Rosa y ex pareja de Quednau.
Fuente, El Territorio.