El detenido había comentado mientras compraba bebidas en una tienda que pretendía matar a Lula este viernes durante su estadía en Santarem como parte de una visita oficial.
Un hacendado fue detenido por la Policía Federal acusado de planear matar al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en la ciudad de Santarem, estado de Pará, en el norte amazónico del país sudamericano.
Según un comunicado de la Policía Federal, el detenido había comentado mientras compraba bebidas en una tienda que pretendía matar a Lula este viernes durante su estadía en Santarem como parte de una visita oficial.
Uno de los testigos de la amenaza radicó la denuncia a la Policía contra el detenido, identificado como André Texeira, un hacendado que también es sospechoso de explorar ilegalmente el oro en los ríos amazónicos.
El detenido confesó a la Policía que participó de la invasión a la Cámara de Diputados el 8 de enero, cuando seguidores del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022) asaltaron las sedes de los poderes en Brasilia para intentar un golpe de Estado.
Según el comunicado, el hombre también comentó que financió durante 60 días la manifestación frente al Octavo Batallón de Ingeniería del Ejército en la ciudad de Santarem para pedir a las Fuerzas Armadas que dieran un golpe de Estado contra Lula.
Otro caso
Otro caso que involucra a un hacendado es el de la detención de quien está acusado de ser el mayor devastador de la Amazonía y que sería el responsable por haber deforestado más de 6.500 hectáreas de la mayor selva del mundo, informó la Policía Federal.
El acusado, identificado como Bruno Heller, fue detenido en el municipio de Novo Progresso, en la parte sur del estado amazónico de Pará, en el marco de la operación «Retomada», lanzada por la Policía Federal contra registros fraudulentos de tierras para la deforestación.
La Justicia decretó el bloqueo de 16 haciendas, 10.000 cabezas de ganado y 116 millones de reales (23,5 millones de dólares) que serían del grupo criminal del cual Heller es el jefe.
El empresario fue detenido al estar con oro bruto sin poder mostrar su procedencia y un arma ilegal cuando llegaron los agentes.
Según las investigaciones, el grupo investigado se habría apoderado de más de 21.000 hectáreas de terreno que pertenecen al Gobierno brasileño, adulterando los registros.
Además, fue probado que destruyeron más de 6.500 hectáreas de selva amazónica.
«Los daños ambientales son agravados por la ocupación de áreas circundantes a tierras indígenas y unidades de conservación», afirmó la Policía Federal.
La Policía afirmó que el grupo criminal liderado por el empresario habría defraudado al Registro de Medio Ambiente Rural zonas próximas a las suyas por cuenta de terceros, principalmente familiares. Posteriormente, deforestarían estas zonas y las utilizarían para la cría de ganado.
De este modo, los verdaderos responsables de la explotación de las actividades se sentirían protegidos frente a posibles procedimientos penales o administrativos, que se dirigirían contra participantes sin patrimonio.
Fuente: NA