La incautación de un arsenal de armas de guerra de origen turco en el puente internacional San Roque González activó todas las alarmas. El procedimiento se concretó al filo de la medianoche del sábado 29 por parte de efectivos de Aduana, pero desde entonces el Juzgado Federal de Posadas y diversas fuerzas federales participan de la investigación.
Como informó este medio, el detenido es Mauricio Alberto Pérez Borsolino (53), con domicilio en Garupá pero residencia en Posadas, quien permanece alojado en una celda a la espera de los avances judiciales. El origen del implicado y demás elementos recolectados apuntaría a que la logística del tráfico de armas tiene como punto clave la capital provincial.
La pesquisa busca descartar que el destino de las armas sea una gran urbe de Argentina, por lo que analiza si hubo incautaciones de armamento similar en puntos clave, haciendo especial hincapié en la ciudad de Rosario, atravesada por la violencia narco. Al respecto, se resalta otro punto en el mapa del detenido: nació en Santa Fe.
Asimismo, la principal hipótesis sigue siendo la que se trazó una vez que se descubrió el cruce ilegal, que Misiones era una ruta de paso y que el destino final era Brasil. Y en esta línea investigativa el elemento más fuerte son los registros migratorios Pérez Borsolino.
Mediante diferentes fuentes pudo confirmar que desde octubre del año pasado Pérez Borsolino salió cuatro veces del país por el puente que une Santo Tomé con San Borja, ciudad brasileña de Río Grande do Sul, con un automóvil brasileño.
La única de este año ocurrió una semana antes de que cayera, el sábado 22, lo que permitió a los investigadores trazar su ruta. El dato de este último cruce se desprende de la investigación policial que hizo Gendarmería Nacional, aunque no figura en el registro de Migraciones al que tuvo acceso este diario.
Cruzó por ese viaducto correntino una vez en octubre del 2022 y dos en noviembre de ese mismo año. El último registro son los cruces a Encarnación: se fue a la siesta del sábado y regresó 23.53, poco antes de ser detenido con el auto cargado de fusiles y 9 milímetros ocultos en doble fondos. ¿Todas esas veces fue con armas? No se sabe, pero es lo que buscarán averiguar.
Lo que sí habrían podido reconstruir los investigadores – aún no se vio reflejado en el expediente – es que las armas fueron acondicionadas en Encarnación, en un lugar supuestamente desconocido para el detenido. Como ocurre en estos casos, los extremos de la operación o los verdaderos dueños de la mercadería son los más difíciles de identificar.
También pudieron establecer lo que posiblemente el garupaense iba a cobrar una vez que entregue el vehículo con las armas en destino: 3.000 dólares, lo que equivale a un poco más de 1.700.000 pesos si se toma como referencia el dólar blue a 574.
Respecto a las armas, tienen un valor aproximado de 10 millones de pesos, aunque en el mercado negro el precio puede ser aún mayor. Según detallaron, en total secuestraron siete fusiles semiautomáticos calibre 12 milímetros, un fusil semiautomático calibre 223 milímetros y cuatro pistolas automáticas de 9 milímetros.
El procedimiento
Como se contó, todo empezó cuando Pérez Borsolino arribó desde Paraguay en un automóvil Ford Ka. Fuentes oficiales de Aduana expresaron que en la entrevista con los funcionarios el hombre se mostró nervioso y que «ante las consultas de rigor se mostraba evasivo y ansioso».
Esta actitud despertó suspicacias en los aduaneros. Sumado a eso también advirtieron que el rodado tenía señales de reparaciones recientes y la pintura no era original. La puerta del baúl no era una pieza original, sino que pertenecía a otro modelo y estaba adaptada.
Luego de las consultas con las autoridades del Juzgado Federal de Posadas, a cargo de la jueza Verónica Skanata, se dispuso que el automóvil se sometiera a un examen de rayos X en el escáner del organismo. De esa forma, pudieron observar que en diferentes dobles fondos y en los paneles del automóvil se transportaba el arsenal.
«A partir de lo que manifestó inicialmente el conductor, se presume que el arsenal ingresó a la Argentina en tránsito y que tenía Brasil como destino. Se trata de una nueva ruta utilizada por los delincuentes, ya que se habían observado acciones similares en la frontera entre Brasil y Paraguay: particularmente, en las localidades de Saltos del Guayrá y Pedro Juan Caballero», informaron fuentes de la Aduana oficialmente.