La canasta básica, clave para estimar la pobreza, se disparó 7,1% en julio, muy por encima de la inflación del 6,3%, informó el INDEC.
Una familia tipo necesitó $248.962 para no ser considerada pobre, según estás nuevas cifras.
En tanto, la canasta alimentaria, utilizada para proyectar la indigencia, subió también 7,1%, pero en doce meses sube más, un 125,7%, de acuerdo con la estadística oficial.
Para no ser indigente, una familia requirió ingreso por $111.642 en julio.