El Gobierno nacional definió una nueva pauta de 5% de aumento mensual por 90 días para el programa Precios Justos. Hay fuerte malestar en las empresas, que anticipan faltantes. Los pequeños comercios ya recibieron listas con altas subas.
“Subimos los precios y cortamos cuotas”, se sinceraron en un importante retail de artículos para el hogar. En otra cadena agregaron: “Teníamos una promo para el Día del Niño, con una serie de productos. Evaluamos darla de baja hasta tener más claro el escenario de precios y luego se resolvió mantenerla, pero sin las 6 cuotas o más sin interés”.
Son dos ejemplos de lo que está sucediendo a nivel general en toda la economía tras la devaluación del 18% definida por el equipo económico luego de las PASO.
Tras sus análisis de costos, muchas empresas ya ajustaron sus listas de precios y enviaron a sus clientes aumentos de entre 15% y 30%, según el rubro y el producto. Advierten que a la inflación (de 6,3% en julio) y al impuesto PAIS del 7,5%, que afecta a todos los bienes importados salvo contadas excepciones, se le sumó ahora la suba de 22% del dólar oficial del lunes, lo que generó un fuerte incremento de costos que debe, según las compañías, ser trasladado a las góndolas.
Pero no todas las empresas pudieron realizar los ajustes correspondientes. Ser parte del programa Precios Justos, en el cual muchas se mantienen para poder tener aprobación de importaciones (SIRAs) las obliga a tener que negociar con el Gobierno los próximos incrementos. Esa discusión comenzó este martes y luego de los primeros encuentros con supermercados, mayoristas y algunas empresas proveedoras, la decisión oficial fue otorgar sólo 5% mensual de incremento por los próximos 90 días. A cambio, los negociadores oficiales prometieron alivio fiscal para compensar el atraso de precios. Lidera estas discusiones Guillermo Michel, titular de la Aduana y mano derecha del ministro de Economía, Sergio Massa.
Tal como temían en el sector privado, el ajuste se decidió de forma unilateral y quedó muy lejos del 20% promedio que reclamaban las empresas.
La decisión fue comunicada primero a los supermercados de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) y a los mayoristas reunidos en la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam) y posteriormente a algunas empresas que tenían turno para asistir ayer a la Secretaría. Más tarde, con la mayoría de las negociaciones aún sin arrancar, el Gobierno hizo el anuncio en una rueda de prensa. “Es una tomada de pelo. Si uno acuerda ese 5%, no nos cobran el impuesto PAIS. Pero se olvidan de la inflación y de la devaluación”, dijo un empresario de consumo masivo, quien anticipó que faltará mercadería en las góndolas en los próximos meses.
A pesar de saber que las cadenas no aceptarían ningún incremento que no esté acordado con el Gobierno, muchas firmas ya le habían transmitido al canal moderno que los incrementos oscilarían entre 15 y 20 por ciento.
“Estamos relevando los nuevos costos y avisamos a los clientes la necesidad de aplicar algunos aumentos en esa línea (15%), pero sujeto a lo que hablemos con la Secretaría”, enfatizó el directivo de una importante firma alimenticia, antes de escuchar el flamante anuncio. Además, precisó que ya están recibiendo de sus proveedores listas con pedidos de aumentos de entre 15% y 30%. En otra compañía mediana de productos de tocador, que también vende en cadenas, aseguraron que “la mayoría de las empresas aumentó entre 25% y 30% en el circuito paralelo, es decir, el interior, cadenas más chicas, distribuidores que venden en autoservicios, mayoristas” y que a nivel de las cadenas el pedido al Gobierno será de un ajuste del 15%”. De todos modos, todavía no avanzó en esa discusión, dijo el empresario consultado.
Según agregó, lo llamaron el lunes desde la Secretaría para consultarle sobre cuál es el aumento que necesitaba para participar del nuevo plan de Precios Justos. “Si me quedo es para negociar SIRAs. Además, debería ser ese porcentaje ahora pero otro 8% a fin de agosto y otro 8% en septiembre”, remató el directivo. La realidad es similar en todas las empresas, con más o menos componentes importados en sus productos. Algunas empresas especulaban ayer con que se diera una pauta general de incrementos pero que luego pudiera haber excepciones, como ya ocurrió a principios de año.
Fuentes del supermercadismo confirmaron a este medio que son varias las empresas que ya pasaron sus listas con aumentos a la espera de poder ser aplicadas tras la negociación con el Gobierno. Algunos mayoristas, de Capital Federal y del interior del país, confirmaron que varios proveedores les transmitieron que los aumentos rondarán en los porcentajes mencionados y otros directamente ya mandaron los ajustes para ser considerados.
En cuanto a las entregas, se están realizando las que corresponden a órdenes de compra emitidas la semana pasada. Las cadenas no pueden emitir órdenes nuevas al precio vigente, sino que deben esperar a que la nueva lista esté autorizada por el Gobierno. En el actual contexto, si no hay cambios y acuerdos con los privados en torno a un mayor porcentaje de aumento, la consecuencia será el freno en las entregas, como ya viene ocurriendo desde hace tiempo con algunas firmas.