Dos hermanitos, un nene de 5 y una nena de 4 años, jugaban en la cocina. Todo transcurría con normalidad, hasta que en un momento el varón -con absoluta naturalidad- le dijo a la más chiquita una frase que detonó como una bomba y puso en alerta máxima a la abuela materna, que los escuchó mientras hacía las labores del hogar.
Fueron menos de diez palabras, pero alcanzaron para develar el terrible padecimiento de tres criaturas que habrían sido víctimas de maltrato y abuso sexual por parte de su padrastro y otro hombre. Tampoco se descarta la complicidad de la madre.
Hace pocos días los pequeños fueron entrevistados en Cámara Gesell y los tres hicieron referencia a los abusos. No sólo ratificaron los detalles expresados en la denuncia original, sino que aportaron nuevos datos que no hicieron más complicar la situación del imputado.
Además de brindar detalles aberrantes del sometimiento sexual, los chicos también contaron que su padrastro los golpeaba y los ataba con un cable.
Incluso, la nena más grande mencionó que “a veces ponía algo en un pañuelo para hacernos dormir”. De terror, inimaginable.
También pusieron en escena a otro hombre identificado como “tío Aldo”, quien durante un tiempo se habría mudado con ellos a la misma casa, quien no sólo los sometía, sino que también mantenía relaciones con sus padres, tal como mencionaron las criaturas.
Relatos del horror
Según un vocero con acceso al expediente entrevistado por El Territorio, se trata de un caso pocas veces visto por la cantidad de víctimas en simultáneo y la brutalidad de los perpetradores, aunque por el momento sólo el padrastro permanece tras las rejas.
“Todos hablaron, pero el nene relató más cosas porque dormía en la habitación de los padres. Contó con palabras de nene, lo que le da más entidad a sus dichos. Los tres hermanitos nombraron mucho a un tal Aldo, que tenía relaciones sexuales con los padres y el cual también les hacía cosas a ellos”, precisó la fuente.
En un tramo de la entrevista, el niño aseguró que su padrastro llegó a atarlo con un cable.
Consultados al respecto, los menores indicaron que los abusos sucedían cuando la mamá salía por algún motivo, como ser por compras.
“Pero dejaron claro que la madre sabía lo que pasaba. El nene dijo que le contaron y que ella tenía miedo, que por eso su concubino le pegaba en la panza cuando estaba embarazada. Los tres chicos declararon lo mismo”, citaron.
Precisamente, el embarazo en cuestión sería fruto de la relación con el ahora detenido.
A la nena de 4, por su corta edad, le pidieron que dibuje sus experiencias y el resultado “fue acorde y típico de niños abusados”, agregaron, al tiempo que definieron como “categórica” la declaración de los menores en Cámara Gesell.
En este contexto, por el tipo de delito y agravantes, D. A. afronta una pena de hasta 20 años de cárcel.
En tanto, se trata de identificar al citado tío Aldo y no se descarta que la madre pueda ser imputada, lo que sería impulsado por la defensa del hasta ahora único detenido.
Los salvó la abuela
Previo a la denuncia por abuso sexual contra el padrastro, el Juzgado de Familia de Oberá había otorgado a la abuela materna la guarda provisoria de los menores. La medida de protección obedeció a hechos de violencia perpetrados por la madre y su concubino en perjuicio de los niños.
La misma abuela radicó aquella primera denuncia, aunque no imaginaba el desenlace que se avecinaba ni el horror que escuchó de boca de sus nietos una vez que estuvieron bajo su mismo techo.
El pasado 2 de julio, mientras hacía las cosas de la casa, el nene le dijo a su hermanita más chica una frase muy explicita que la paralizó.
Tras superar la conmoción por lo que acababa de decir el chiquito, se acercó y les preguntó de dónde aprendieron o escucharon eso, ante lo cual la nenita de 4 años fue la primera que comenzó a contar las aberraciones a los que fueron sometidos por “papi”, como llamaban al acusado.
Como primera reacción, según consta en la denuncia del 10 de julio, la más grande dijo que era mentira, a lo cual el hermano le pidió: “Contá la verdad, no tengas miedo. La abuela no te va a pegar, contá”.
Eso alcanzó para que la niña de 7 años se desahogue y termine relatando todo lo que su padrastro les hacía. Incluso, el acusado la amenazaba con lastimarla a ella y a sus hermanitos si contaba lo que pasaba puertas adentro de la casa.
La niña rompió en llanto y detalló el calvario que padeció a manos de su padrastro y del otro hombre identificado como Aldo.
Por su parte, la denunciante dejó asentado que sospecha que su hija conocía los hechos pero no intervino, al tiempo que los menores contaron que su mamá mantenía relaciones sexuales con su pareja y otro hombre frente a ellos.
Fuente, El Territorio.