Con goles de Salomón Rondón y Enzo Díaz, el conjunto de Martín Demichelis venció al Xeneize, que puso equipo alternativo pensando en la revancha de las semifinales de la Copa Libertadores ante Palmeiras.
River le ganó 2-0 a Boca, con un equipo alternativo, y se quedó una nueva edición del Superclásico en La Bombonera, por la séptima fecha de la Copa de la Liga Profesional. La victoria en condición de visitante, después de cinco años (o siete partidos), le dio aire a Martín Demichelis tras los cuestionamientos por el manejo del plantel, mientras que a Jorge Almirón lo obliga a conseguir un buen resultado ante Palmeiras, en Brasil, para soñar con la séptima Copa Libertadores.
Un remate de Enzo Pérez que se desvió en Salomón Rondón quebró el marcador en un partido en el que pasaba poco, luego de que la defensa del Xeneize no pudiera despejar la pelota. Todo el banco local reclamó una supuesta falta previa de Paulo Díaz sobre Marcelo Weigandt, incluido Marcos Rojo, quien se metió al campo de juego, pidió el VAR y fue expulsados por Andrés Merlos.
Si bien fue parejo, el primer tiempo se jugó como quiso River más allá de alguna distracción en la última línea. Controló la pelota, tuvo más presencia en la mitad de la cancha y generó las mejores aproximaciones antes de la carambola de Rondón, como las de Esequiel Barco, Marcelo Herrera y Manuel Lanzini.
Por su parte, Boca, que emparejó el desarrollo promediando la media hora tras un comienzo insulso, probó con los remates desde larga distancia de Darío Benedetto -antes le taparon un mano a mano y reclamó penal- y Juan Ramírez que terminaron en las manos de un seguro Franco Armani bajo los tres palos.
Boca movió el banco de suplentes después del entretiempo y apeló a tres titulares como Cristian Medina, Ezequiel Fernández y Valentín Barco para intentar remontar el partido, mientras que River metió en la cancha a Rodrigo Aliendro, Gonzalo Martínez y Facundo Colirio, jugador formado en las inferiores xeneizes.
Al promediar esta segunda etapa entró el uruguayo Edinson Cavani que minutos después convirtió el empate con una acrobática acción que fue anulada por posición adelantada en la jugada inicial.
Con Boca totalmente jugado en ofensiva, en el minuto 96 un contragolpe liderado por Barco terminó con una habilitación para Colidio, cuyo remate fue detenido por Romero, pero en el rebote el ingresado el también ingresado Enzo Díaz empujó el balón a la red ante una portería desguarnecida.
Fuente, Misiones Online.