El futbolista argentino Alejandro “Papu” Gómez dio positivo en un control antidoping con el Sevilla antes del Mundial de Qatar.
Según anticipó el medio Relevo, de España, “el jugador acaba de recibir la sanción: dos años de suspensión”.
Gómez de 35 años, recién podría volver a jugar a los 37, con lo que la escena del retiro podría anticiparse de manera acelerada.
Frente a los hechos, el futbolista hizo un descargo en el que reconoció haber tomado una medicación sin consultar a los médicos del Sevilla, pero que el remedio no habría sido otro que un jarabe de sus hijos. La bebida habría tenido sustancias no permitidas por el reglamento de dopaje que fueron advertidas por el control sorpresa a partir del cual todo salió a la luz.