La titular del Fondo Monetario Internacional aseguró en una entrevista que el organismo podría financiar al país a través del Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad. También dijo que el país tiene que “ayudarse a sí misma abordando los desequilibrios macroeconómicos que ha acumulado”
El Fondo Monetario Internacional (FMI) está “muy interesado” en apoyar a Argentina y el país podría ser candidato para recibir financiamiento a través de su Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad (RST, por sus iniciales en inglés), dijo la directora del Fondo, Kristalina Georgieva. La titular del FMI mantuvo una primera reunión virtual con el presidente electo Javier Milei el viernes, un encuentro que Georgieva describió como un “compromiso muy constructivo, una discusión muy seria”.
“Veremos cómo va el compromiso, pero es un primer paso prometedor”, dijo Georgieva a Reuters en una entrevista el lunes por la noche. “La forma más importante en que Argentina puede ayudarse a sí misma es abordando los desequilibrios macroeconómicos que se han acumulado. Pero, claro está, estamos muy interesados en apoyar a Argentina, abordar el profundo problema de la inflación, crear un entorno para un crecimiento liderado por el sector privado que pueda estimular aumentar el empleo y la economía en general”, agregó.
Georgieva dijo que estaba interesada en discutir cómo Argentina podría volverse menos vulnerable a los eventos climáticos, tal como la sequía que golpeó a sus exportaciones agropecuarias este año. “Tienen problemas estructurales muy importantes que el fondo puede ayudarlos a resolver, así como problemas de adaptación muy importantes”, señaló.
Cabe destacar que el presidente electo estuvo en Washington cerca de 20 horas y ya emprendió su regreso a Buenos Aires, a donde arribará a las 5 de la mañana del miércoles. Durante ese viaje relámpago por la capital estadounidense, fue recibido en la Casa Blanca por Jake Sullivan, consejero del presidente Joe Biden. Al mismo tiempo, dos integrantes de su comitiva, el futuro jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el probable ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, mantendrán una reunión con los técnicos del FMI que siguen el “caso argentino”.
Cuando Milei se enteró que Georgieva no lo recibiría en el FMI, decidió adelantar su viaje a Buenos Aires. “No va al Fondo. No está Georgieva. Y con ella, Milei habló una hora. No tenía sentido que fuera a hablar con sus funcionarios”, resumió un vocero ad hoc de la delegación que acompaña al mandatario electo.
El viernes pasado, tras la conversación vía Zoom que se extendió durante una hora, Milei aseguró a través de sus redes sociales que le contó a Georgieva sobre los distintos aspectos de su “plan de ajuste fiscal” y su programa monetario. “El Fondo se mostró colaborativo para encontrar las soluciones estructurales que la Argentina necesita”, dijo el presidente electo.
Luego de esa declaración, la titular del FMI también publicó un mensaje en las redes sociales junto a una imagen de la reunión virtual. “Discutimos los desafíos de la economía argentina y las iniciativas políticas necesarias”, dijo.
“El FMI está comprometido a apoyar los esfuerzos para reducir de manera duradera la inflación, mejorar las finanzas públicas y aumentar el crecimiento liderado por el sector privado”, señaló Georgieva en esa oportunidad en la red social X.
Cómo funciona el Fondo de Resiliencia
Se espera que los países que quieran pedir prestado mediante el RST del Fondo, lanzado en 2022 para ayudar a los países insulares y de ingresos medios vulnerables, cumplan con una serie de condiciones previas, incluido tener un programa del FMI al que deberían quedarle al menos 18 meses por delante, así como una deuda sostenible y con capacidad adecuada de pago. No queda claro cómo se vería afectada la posibilidad de que la Argentina recurra al RST si su programa de 44.000 millones de dólares del FMI -el mayor del Fondo- tuviera desvíos y se agotara en septiembre de 2024.
El FMI dijo a finales de septiembre que había recibido promesas totales por un total de 31.200 millones de derechos especiales de giro (DEG), la canasta de monedas del FMI, por parte de 18 miembros del organismo desde el inicio del RST. Esos fondos podrían proporcionar el acceso a préstamos con bajos intereses a unas 140 naciones.