Un posible paro de transporte público en todo el país mantiene en vilo a los pasajeros por estas horas. Es que ayer, las empresas de colectivos que operan en las provincias del interior de Argentina, representadas por la Federación Argentina del Transporte Automotor de Pasajeros (Fatap), emitieron una advertencia sobre la potencial interrupción de sus servicios.
Si bien, desde Empresarios Unidos del Transporte Automotor (Euta) Misiones indicaron ayer a El Territorio que “aún el sindicato no estaría en condiciones de tomar esa medida”, recordaron que “son acciones que dependen de UTA (Unión Tranviarios Automotor), no de las empresas”, por lo que no está nada dicho aún.
De concretarse, la medida podría afectar a aproximadamente 10 millones de personas en distintas regiones del país. Similares situaciones ya se vivieron en diferentes oportunidades este año, llegando la provincia a estar varios días consecutivos sin servicio.
Según indicaron desde Fatap en la víspera, la situación actual se debe a la imposibilidad de cubrir los costos operativos, lo que podría llevar a una suspensión indefinida de las actividades de transporte. La Federación argumenta que esta crisis se origina en lo que describen como una “deformación del sistema” debido a decisiones políticas que, según ellos, carecen de fundamentos técnicos y jurídicos adecuados, en contraposición a los contratos de concesión establecidos.
Sugieren que el Estado debería asumir la responsabilidad de asistir a aquellos usuarios que no puedan afrontar los costos de los pasajes, proponiendo un modelo de subsidio directo a la demanda. De esta manera, según argumentan, se permitiría que la oferta opere bajo condiciones normales de mercado.
Asimismo, señalan que las actuales compensaciones tarifarias y asistencias mediante atributos sociales no reflejan adecuadamente la realidad económica de las empresas, resultando en ingresos insuficientes.
Afirman que esta situación ha llevado a dificultades en el cumplimiento de obligaciones como el pago de salarios, aguinaldos, costos laborales, adquisición de combustibles y repuestos, así como el manejo de los costos de servicios públicos.
“La participación del Estado es necesaria para recrear las condiciones económico-financieras y de mercado imprescindibles para terminar con la descapitalización y una inferior calidad de servicios para los usuarios”, explican desde la Federación. “En todo caso, el Estado será quien asista, compense o subsidie en forma directa a quienes no puedan costear el pasaje. Es decir, se debe subsidiar a la demanda, dejando que la oferta trabaje con normalidad”, agregan.