Con los alegatos del fiscal Vladimir Glinka, comenzó la última jornada del juicio contra Rita Cervantes, acusada de intentar matar a su hija y abandonarla al borde del arroyo Mártires de la ciudad de Posadas, en septiembre del 2020. Tras los alegatos de las partes, podrían dictar una sentencia en la jornada de este miércoles. La mujer está acusada de intentar matar y abandonar a su bebé recién nacida en la orilla del arroyo Mártires de Posadas.
Cabe recordar que en la jornada del martes, en el Tribunal Penal Dos de Posadas, en la quinta jornada del juicio, cerrando la ronda de testigos, la acusada Rita Cervantes contó su versión de los hechos.
“Cuando le conté al médico los síntomas que tenía, me hizo una ecografía. Cuando tenía los resultados me dijo ‘no tenés nada de panza para la cantidad de meses que tenés de embarazo’”, contó, mencionando que le había dicho que ya estaba de 34 semanas.
“No entendía cómo, porque en el primer embarazo tenía mucha panza, él se movía, yo lo sentía. Pero con ella no”, continuó.
Ya con el conocimiento de que estaba embarazada, la mujer explicó que no le contó a su pareja porque “creí que el médico se había confundido”. En referencia a lo último, manifestó que pidió en el hospital un turno para hacerse otra ecografía que le confirmaría o no lo diagnosticado por el médico que la atendió, la cual tenía para el lunes siguiente.
En la espera de ese estudio, la mujer indicó que “yo me tocaba la panza” para ver si se movía o si lo sentía. No obstante, expresó que “no sentía a mi bebé”.
“Una semana después fui al hospital. Agarré el documento de Paula, porque ella dejaba sus cosas en mi casa, y me atendí con otro médico que me volvió a decir que tenía un embarazo avanzado y que faltaba una semana para tenerlo”, reveló.
Desde ese momento, ella “pensaba en cómo decirle a Sacha (apodo de su ahora expareja). Pensaba que se iba a enojar y que me iba a decir que no teníamos nada para tener al bebé”.
La decisión de la mujer, según sus declaraciones, era no decirle nada a su pareja hasta comprar cosas para su bebé.
Día del parto
Continuando con su narración, Cervantes explicó que cuatro días después de la segunda ecografía, sintió dolores inaguantables durante la noche. Por lo que al día siguiente se levantó con mucho dolor, se bañó y “le dije a Sacha que me iba a ir al médico. Yo ya sentía que la iba a tener”, contó la imputada.
En ese contexto, expresó que se dirigió primeramente al Favaloro, donde las que le atendieron le explicaron que ella tenía que ir al Neonatal para tener a su hija. Sin embargo, al sentir tanto dolor tomó el camino para regresar a su departamento y contarle a la pareja que estaba muy adolorida. Pero no llegó al domicilio y se quedó sentada en la esquina.
En ese marco, la acusada mencionó que se le acercó un señor que, según ella, luego de que le contara lo que le pasaba, le ofreció llevarla al hospital. Sin embargo, señaló que sin saber el motivo la dejó en una estación de servicio dónde había taxis y que no lo volvió a ver.
En otro tramo de su declaración, Rita detalló el momento en el que le dieron a su bebé y la circunstancia de la confusión respecto a su primer hijo.
“Cuando me dieron mi bebé y me preguntaron su nombre, le dije el de mi primer hijo porque se parecía a su carita. Me dijeron que era una nena y le dije su nombre y me quedé con mi bebé”, explicó, añadiendo que “no la quería dejar, porque yo creía que iba a venir Sacha a sacarme y culparme de que no sabía que estaba embarazada”.
Respecto de la foto que le pasó a su familia en la tardecita de ese día, la mujer declaró que “le pedí el celular a una chica que estaba al lado mío, me saqué una foto y le mandé por Facebook a mi hermana, diciéndole que estaba bien. Pensé que me iban a buscar”.
Dos días después
En tanto, ya siendo el mediodía del 7 de septiembre, tanto la imputada como su hija fueron dadas de alta. En esa circunstancia, la mujer alegó: “Yo le decía a ella que se quedara tranquila, porque yo la iba a cuidar. No sabía a dónde ir y caminé hasta la parada de colectivos”.
A su vez, recordó que a bordo del transporte público ella seguía con la bebé y que en un momento bajó, sin saber dónde, y caminó mucho. En tanto, mencionó que le hablaba a su bebé todo el tiempo. “Le decía que el papá le iba a cuidar y que tenía un hermanito que era muy parecido a ella”, contó, siendo este el último recuerdo que tiene de su hija recién nacida.
Lo próximo que recordó fue que se fue caminando hasta su casa y subió las escaleras. Cuando entró a su departamento preguntó por su pareja y buscó a su hijo, pero no había nadie. Fue entonces que salió de la propiedad y pidió un celular prestado, para poder avisar a sus familiares que estaba de vuelta. Al avisarles, se quedó esperando dentro del lugar.
Respecto del reencuentro con su pareja, madre y hermanas, la mujer expresó que entraron y le hablaban y preguntaban dónde estaba, a lo que ella les respondía “que me traigan a mi bebé y les preguntaba por qué no me buscaban, si sabían dónde yo estaba”.
Luego, al estar un poco más calmada, contó que se fue a la casa de su mamá. Un rato después de estar en lo de su progenitora, Rita mencionó que fue detenida por la policía sin saber la razón. Al llegar a la comisaría, “una agente me preguntó ‘por qué le hiciste eso a tu bebé’ y me dijo que estaba internada, mal y yo le decía que era mentira”, dijo la imputada.
Al referirse al episodio en el cuál su hija de ahora tres años quedó abandonada con heridas de arma blanca en la orilla del arroyo Mártires, Cervantes mencionó que es algo que no puede recordar.
Vínculo con su hija
“No puedo entender qué pasó hace tres años con mi bebé. Traté mil veces y no puedo”, lamentó. Asimismo, aseguró que su vínculo con su hija ahora es muy bueno. Se comunican por videollamada, se mandan fotos y la pequeña la llama como mamá.
“Nunca me imaginé que me pasara eso a mí. Yo amaba a mi bebé. Me da mucha bronca no haber tenido panza y no sentirla”, manifestó, agregando: “Mis hijos son los más importante que tengo. Estoy pendiente para que no se sientan solos”.
“Yo no sé lo que pasó. A todo el mundo le pido que me explique y nadie me lo explica”, ratificó.
Por último, declaró que “si sabía que le hice eso, nunca iba a pelear por ella. Pero no fue así. Yo sé que le amo a mi hija”.
Después de esto, la mujer respondió las preguntas realizadas por la defensora Luciana Sommer Aromi, quien indagó en las dolencias de Rita, en el trato de la policía en la noche que fue detenida y en la utilización del DNI de la mejor amiga.
En tanto, la imputada respondió que los dolores de vientre que ella sintió en el transcurso de los meses “no lo relacioné con embarazo, porque me cuidaba tomando pastillas anticonceptivas”.
En referencia al DNI que utilizó en sus controles y en el día del parto, la mujer aclaró que “lo usé en el primer examen de ecografía y cuando la tuve”. Dejando en claro a su vez que tenía que hacerse otros estudios pero no lo hizo.
Más temprano, se presentaron como testigos las enfermeras que estaban de turno cuando Rita tuvo a su hija en el Neonatal. Todas coincidieron que la imputada se encontraba sola, que no hubo negación o rechazo hacia la bebé y que en el momento de su alta, ella manifestó que alguien la esperaba en la salida y que se retiraba en compañía.
El debate oral que juzga a Cervantes por “tentativa de homicidio agravado por el vínculo, hurto y alteración de identidad de un menor de 10 años”, entró en un cuarto intermedio hasta hoy a las 8.30, cuando se prevé que se den los alegatos finales de la fiscalía y la defensa, a cargo de Vladimir Glinka y Luciana Sommer Aromi, respectivamente.
Búsqueda en clínicas clandestinas
En ese contexto, la mujer indicó que en un primer momento empezaron a buscar en todos los sanatorios y clínicas donde podría estar Cervantes internada, pero que todos respondían que la imputada no se encontraba allí.
A su vez, la testigo manifestó que buscaban en los basureros, “por si le pasó algo y estaba ahí”.
En tanto, recordó que en el transcurso del domingo “se buscó en clínicas clandestinas, por la sugerencia de la Policía”, suponiendo de que pudiera estar embarazada. Sugerencia que alegó que no era creíble por el entorno, ya que “no estaba embarazada”.