Al menos 11 personas han muerto y una continúa desaparecida como consecuencia del fuerte temporal que azotó la ciudad brasileña de Río de Janeiro y su región metropolitana en la madrugada del domingo, que ha dejado también un buen número de calles inundadas, según han informado las autoridades locales. El temporal obligó a cortar durante horas importantes vías de entrada a la segunda mayor ciudad del país, como la Avenida Brasil, y a cerrar algunas paradas de metro y de autobús, principalmente en la zona norte.
Las autoridades dispusieron además el cierre de parques y fueron cancelados los ensayos de las escuelas de samba que ya se preparan para el carnaval, que tiene previsto atraer a cientos de miles de visitantes en apenas un mes. Las inundaciones también dejaron un hospital de la zona norte sin energía eléctrica, según los servicios de emergencia. El gobernador del Estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro, lamentó los fallecimientos y dijo estar trabajando “incansablemente” para evitar más pérdidas.
Aunque la tormenta ya ha remitido y, según los pronósticos, solo se prevé lluvia débil para lo que queda de domingo, el Ayuntamiento de la ciudad recomendó a los ciudadanos evitar desplazarse y quedarse en lugar seguro. “No fuercen para tratar de pasar por áreas inundadas; están poniendo en riesgo su vida”, avisó el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes. En septiembre, las lluvias torrenciales causadas por un ciclón causaron dejaron 22 muertos en el sur de Brasil.
En Brasil, los fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes y letales. En 2022, ,cerca de un centenar de personas fallecieron por las fortísimas precipitaciones en Petrópolis, la antigua capital imperial, en un área de montaña cerca de Río de Janeiro.
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