En tiempo de Cuaresma, 40 días de preparación de la Iglesia Católica para la resurrección de Jesús en Pascua, se contempla que el miércoles de ceniza, con el cual se inicia dicho período y los viernes siguientes, se evita comer carne roja aunque sí, por tradición, se puede consumir pescado. En los diferentes comercios, el pescado de río se consigue a partir de los 2.000 pesos (carpa) y hasta los 6.900 (surubí), mientras que las especies de mar, los filetes despinados de merluza se sitúan en los 4.800 pesos por kilo.
“Hubo en promedio un 10% por mes de aumento en los diferentes productos. En el consumo comparativamente con el año pasado a esta misma altura, es decir enero y febrero, se sintió una merma pero ahora empezó a subir un poquito, entendemos que es porque ya comenzó la Cuaresma y eso empezó a movilizar a la gente que viene, en nuestro caso, y se encuentra con buenos precios”, señaló Marco Alastuey, propietario de la pescadería ubicada sobre Tomás Guido casi Bustamante.
El comerciante comentó que “el surubí en rodajas está a 6.900 pesos el kilo; el pacú a 5.800 pesos y tengo la opción de que corto al medio y corto para frito en el mismo precio. Después, el sábalo está en 2.500 pesos, también cortado para frito, al medio o entero siempre al mismo precio. El patí en este momento está 3.000 pesos todo cortado, el bagre a 2.200 pesos y la carpa a 2.000 pesos. La boga, que es uno de los más tradicionales, hoy está en falta”.
Alastuey, que lleva ya veinticinco años comercializando pescados, comentó que “en variedad de mar tenemos una amplia oferta en filet y están en 4.800 pesos el kilo de merluza, atún, salmón blanco, corvina. Después tengo de río, filet de dorado, que en este momento está en oferta a 5.000 pesos y el filet de salmón de río, de pejerrey y de armado, todos a 4.300 pesos”.
Medallones y molida, económicos y prácticos
Por otra parte, un detalle no menor sobre el comportamiento de los compradores en los últimos años, es que “se incrementó notoriamente la venta de medallones de pescado porque a la gente le resulta práctico sacarlos del freezer por unidad, cocinarlos, agregarle alguna verdura, queso o salsa y son económicos. Entran entre diez y doce medallones en un kilo y cuesta unos 3.500 pesos, es algo económico”, comentó Alastuey.
También agregó que “están también los que optan por comprar molida de pescado para elaborar empanadas, tartas o albóndigas que lo hacemos con boga y está a 3.300 pesos el kilo y rinde un montón”.
Alastuey destacó que “hace 25 años que estoy en la actividad, es un emprendimiento familiar, donde trabajo solo y con la ayuda de mis hijas y mi señora. Yo trabajé en pandemia, solamente dos días en el año este negocio está cerrado, es un servicio que prestamos hasta los domingos, es una lucha todos los días. Lo que necesitaríamos es que nos aflojen un poco con la carga impositiva y la presión del municipio. Estamos sobre una avenida (Tomás Guido) hace más de 50 años y no contemplaron en ningún lugar de la avenida el estacionamiento para un auto. Eso nos complica a todos los negocios”.
Siguió en la misma dirección detallando que “la Tomás Guido es una hermosa avenida, pero que no es práctica para nadie, todo el mundo que estaciona lo hace de manera ilegal, para completar hicieron bicisendas y no se fijaron en hacer un estacionamiento por cuadra, una dársena o algo así para que puedan detenerse unos minutos al menos. Yo tengo un rubro especial, mis clientes tienen paciencia, estacionan lejos, vienen caminando y los atiendo, no queda otra”.
Caminar y comprar
También este Medio recorrió otros comercios y supermercados de la capital provincial donde venden pescados y mariscos, con precios que difieren de uno a otro, en el orden del 10 al 20 por ciento.
“En nuestro caso nos preparamos desde diciembre con productos que son típicos de Semana Santa y en esta ocasión sumamos variedades de pescados de mar lo que le permite a la gente tener opciones además de la tradicional merluza, el atún o el bacalao. Los precios arrancan en los 4.800 y vamos hasta un salmón rosado de 41 mil pesos el kilo”, indicó Roberto Gómez, a cargo del sector correspondiente a pescados de un reconocido supermercado posadeño.Agregó que “hay marcas locales reconocidas que tienen variedades de surubí, dorado y pacú de estanque que están teniendo una buena demanda y la gente se va animando de a poco a consumirlos. Los tenemos en la presentación enteros, medio, despinados o en filet. Pueden costar desde 3.600 hasta 9.000 el kilo, dependiendo de la variedad y del corte”.
Los comerciantes del rubro coincidieron en que “el pescado se volvió una buena alternativa ante los reiterados aumentos de la carne de vaca y de cerdo. Mucha gente eso todavía no lo notó pero cuando vienen y preguntan se sorprenden y terminan llevándose distintas variedades porque además el pescado es muy saludable”.