Gladis Gómez (39) fue asesinada por motochorros en un asalto al negocio que atendía por calle Piedrabuena de Oberá. El ataque a balazos fue el 2 de marzo de 2022 y la comerciante, que además era catequista, murió once días después (13 de marzo) en el hospital Samic de la mencionada ciudad. El hecho criminal, desde hace alrededor de un año no tiene detenidos y la investigación está practicamente sin avances desde hace seis meses.
En su momento hubo dos jovenes tras las rejas pero fueron liberados, y en septiembre del año pasado surgió de las declaraciones la identidad de un hombre (Elías) sobre el cual se requirió judicialmente la inmediata detención y está vigente un pedido de captura, que aún no se hizo efectiva en razón de que se habría escapado de la provincia horas posteriores al atraco.
Teniendo en cuenta el paso del tiempo y la falta de avances, es que las hermanas de Gladis decidieron manifestarse pacíficamente, visibilizando la falta de justicia. Será el miércoles 13 de marzo frente a la catedral San Antonio de Oberá, en pleno centro. Primero habrá una misa en el templo, a las 19.30, y luego, a las 20.30, encenderán velas.
«Seguimos en plena lucha y pidiendo justicia por nuestra hermana Gladis. Para que su muerte no quede impune», expuso Rafaela Gómez en Facebook, y en esa línea reclamó: «Pasaron dos años y nada se sabe de sus asesinos. Justicia por Gladis!».
En la última marcha que hizo la familia en Oberá, Rafaela había alertado que «los asesinos de mi hermana están libres, caminando entre nosotros», y ante eso reclamó «que las autoridades hagan su trabajo como corresponde», ya conociendo sobre la pista del tercer sospechoso cuyo nombre figura en el expediente, aunque en una primera instancia no fue citado y luego no fue hallado.
Con lágrimas en los ojos recordó a sus padres, lamentando que «mi papá está medicado, mi mamá se cerró en sí, no habla de su hija, no puede, están sufriendo y las hermanas estamos visibilizando el caso, exigiendo que vayan a fondo. Ojalá nos den una esperanza encontrando a los asesinos, poniéndolos tras las rejas, porque no es justo que estemos sufriendo y ellos (los asesinos) libres como si nada. Pedimos justicia y basta de impunidad».
Fuente, El Territorio.