Javier Milei cumple 100 días desde que asumió el Gobierno. Desde entonces, el Presidente de la Nación junto al Ministro de Economía, Luis Caputo, llevó adelante una serie de medidas económicas que incluyó una devaluación del 100%. Desde entonces, si bien las variables macroeconómicas mejoraron la recesión que está sufriendo la economía se hace palpable en diversos sectores.
- Importaciones pisadas
- Superávit fiscal por licuación de jubilaciones
- Gastos no pagados
- Impuesto PAIS
- La inflación baja por la fuerte recesión
- Crawling peg del 2%
Facundo Herrera, Analista de Research en Grupo IEB sostuvo: «Pese a la devaluación que llevó al tipo de cambio de $360 a $800 y a la acumulación de un 70% de inflación en los primeros tres meses de gestión, el CCL se mantiene en valores similares a los de mediados de diciembre. El tipo de cambio financiero actual representa un mínimo desde las PASO de 2019 con una brecha apenas superior al 20%, lo cual a priori llevaría a pensar que están dadas las condiciones para la liberación del cepo con mínimo impacto devaluatorio».
Haciendo una rápida evaluación, el economista Gustavo Ber indicó que hubo una marcada reducción de la «brecha», ya que la inmediata implementación del equilibrio fiscal y el apretón monetario despierta confianza respecto a ir desacelerando la inflación y poder salir del cepo a futuro».
De todas formas, completa Facundo Herrera de IEB, aún existen algunas trabas para el abandono de los controles de cambios. En primer lugar, existe una importante demanda restringida debido al sostenimiento de las restricciones cruzadas MULC-CCL (entre otras tantas regulaciones aplicadas por la gestión anterior con tal de contener a los dólares financieros), mientras se continúa alimentando la oferta con el 20% de las liquidaciones de exportadores.
El primer paso con vistas a una unificación cambiaria debería venir por el lado de la liberación gradual de restricciones, caminando seguro y evitando una liberación total inmediata que dispare las cotizaciones.
En el horizonte, también coloca otro obstáculo que viene por el lado de la recaudación, ya que la liberación del cepo implicaría la eliminación del impuesto PAIS, importante fuente de ingresos para el sector público en medio de la caída del nivel de actividad: en febrero representó un 8% de la recaudación tributaria total.
Dado el objetivo de equilibrio fiscal, una salida apresurada del cepo sin una recuperación de la recaudación podría poner mayor presión sobre dicha meta y empujar a un mayor ajuste del gasto.
Fuente, Ambito