El argentino Faustino Oro, de solo 10 años, continúa rompiendo hitos en la historia del ajedrez: ya es el jugador más joven de la historia en convertirse en maestro FIDE, invitado habitual en los principales torneos del mundo, y ahora metió un batacazo al vencer al cinco veces campeón mundial y número uno del ranking, el noruego Magnus Carlsen.
El pequeño Oro reside desde hace meses en Barcelona, adonde se mudó con sus padres con intenciones de dedicarse plenamente a su disciplina y llegar a ser Gran Maestro. Por lo pronto, ya lidera el escalafón en menores de 10 años con 2955 puntos en el ranking ELO.
Oro y Carlsen (2246 unidades) se midieron a ritmo bullet (ultra rápido) a un minuto a finish por jugador; en cuanto el nórdico se rindió tras 48 jugadas en las que el nene aprovechó sus errores, el argentino desató una gran celebración en la transmisión de streaming.
La contienda de partidas rápidas, que exigen un gran nivel de juego a un ritmo casi instintivo, quedó en manos de estadounidense Hikaru Nakamura, con 232 puntos, secundado por el mexicano José Martínez Alcántara (227) y el también estadounidense Daniel Naroditsky (195). Oro fue 21° entre 156 jugadores (108).
Un futuro de Oro
En Barcelona, considerada una de las mecas del ajedrez a nivel mundial, Fausti comenzó a entrenarse bajo la tutela del destacado Gran Maestro argentino Tomás Sosa, quien posee 2562 puntos de ELO y se ubica en el lugar 319 de los ajedrecistas activos según la FIDE.
Oro aprendió a jugar con la ayuda de su papá durante el aislamiento por la pandemia de coronavirus. El crecimiento del niño -que en el fútbol es fanático de Vélez- fue exponencial en apenas cuatro años.