El ex jugador de Boca, Lanús y Benfica (Portugal) había sido denunciado por el padre de Anabelia Ayala, que se quitó la vida en Año Nuevo pasado. Es la segunda condena que recibe por hechos similares. Además, en otra causa, se lo investiga por una presunta instigación al suicidio de la mujer.
El futbolista Oscar “Junior” Benítez fue condenado este jueves a la pena de 5 años de prisión por haber sido considerado culpable de los delitos de violencia, amenazas y uso ilegal de armas de fuego contra la familia de Anabelia Ayala, una joven con la que mantuvo una relación durante más de cinco años hasta que, la noche de Año Nuevo, ella se quitó la vida.
Después de cuatro audiencias de juicio oral y público (aunque por “razones de espacio físico” estuvo vedada la presencia de periodistas) el titular del Juzgado en lo Correccional Nº 8 de Lomas de Zamora, Antonio Miguel Balicki, consideró que había pruebas suficientes para declarar responsable al ex jugador de Boca Juniors, Benfica (Portugal) y Lanús, entre otros, de las acusaciones de Juan Carlos Ayala, padre de Anabelia.
Además de coacción agravada, amenazas y tenencia sin permiso de un arma Bersa 9 milímetros, el magistrado lo encontró culpable de los delitos de daño, daño informático y desobediencia, entre otros hechos por haber borrado toda la información de la notebook familiar de los Ayala.
El ex jugador de Argentinos Juniors ya había sido condenado a seis meses de prisión en suspenso tras una denuncia previa de la familia de su ex por un incidente en el que también hubo violencia y amenazas. Aquel episodio provocó que la Justicia impusiera una restricción de acercamiento al futbolista sobre Anabelia, con quien Ayala tenía una “doble vida” amorosa a la par que mantenía su matrimonio.
Benítez está detenido desde enero pasado, tras el suicidio de Anabelia y la sospecha de que días antes había violado esa restricción perimetral mientras gozaba de prisión domiciliaria. El deportista presenció todas las audiencias y había declarado su inocencia al apuntar contra el padre de la joven, a quien acusó de ser él quien ejercía violencia contra su hija.
Según contaron fuentes que presentes en el juicio a Infobae, durante la primera audiencia Benítez se pasó bostezando mientras Juan Carlos Ayala declaraba ante el magistrado: “Mi hija estaba amenazada para continuar con la relación. Si ella lo dejaba, él nos mataba a nosotros”.
Durante el juicio declararon alrededor de una decena de testigos y se llevaron a cabo pericias psicológica y psiquiátrica sobre Benítez que determinaron que el ex futbolista tiene una estructura de personalidad con “rasgos de estilo histérico y rasgos narcisistas” aunque, no obstante, comprende la criminalidad de sus actos.
“No se observan signos ni síntomas compatibles con una estructura de personalidad psicopática, pero puede presentar un manejo de los impulsos, especialmente hostil, a la manera de la actuación en experiencias que le impliquen cierta intensidad afectiva. Asimismo, no se advierten rasgos tóxicos”, concluyó en su informe el perito oficial Federico Iriart, del departamento judicial de Lomas de Zamora.
“Su actitud durante el proceso de evaluación denota tendencia al control y escasos matices afectivos”, escribió el perito y amplió: “Lo expuesto es compatible con una estructura de personalidad que presenta rasgos de estilo histérico como forma más elaborada y rasgos narcisistas como estilo más regresivo (…) No se observan signos ni síntomas compatibles con una estructura de personalidad psicopática, pero puede presentar un manejo de los impulsos, especialmente hostil, a la manera de la actuación en experiencias que le impliquen cierta intensidad afectiva. Asimismo, no se advierten rasgos tóxicos”.
Además, el imputado se sometió el 20 de marzo al perito psiquiátrica Adriana Patricia Fourgeaux, de la Asesoría Pericial Departamental, quien concluyó que Benítez “no padece al momento del examen de alteraciones morbosas, ni de insuficiencia de sus facultades mentales” ni que “presenta índices de peligrosidad psiquiátrica en el momento actual”.
Los hechos por los que se condenó a Junior Benítez
El fiscal que llevó adelante la instrucción, Ricardo Alberto Silvestrini, había imputado a Benítez por cinco hechos, todos contra los padres y el hermano de su amante, ocurridos entre 2021 y 2023. El juez Balicki corroboró esos hechos como probados.
Los primeros dos hechos de los cinco que se tratarán en el juicio de este martes datan de enero de 2021, cuando el padre y la madre de Anabelia encontraron una madrugada al jugador en la habitación de su hija con un arma de fuego apoyada sobre la mesa de luz y rompiéndole pertenencias a la joven, porque supuestamente eran regalos de su ex novio. Con esa misma pistola amenazó a Juan Carlos Ayala cuando él le pidió que se calmara, dado que estaba en su casa. Y horas más tarde el acusado prendió fuego esos objetos en la puerta de la casa.
La situación ya estaba tensa del día anterior, cuando los padres de Anabelia descubrieron que Benítez le había ordenado a la chica, por entonces de 25 años, que borrara todo el contenido del disco rígido de la única computadora familiar, que incluía fotos, documentación y recuerdos de los Ayala.
En el segundo hecho, de principios de 2022, Benítez volvió a amedrentar a Juan Carlos Ayala y a su hija, y le pinchó con un cuchillo los neumáticos al auto de la familia. Tanto el padre, la madre y el hermano de la joven recibieron amenazas de muerte de parte de Benítez y denunciaron que, además, el ex Boca portaba, de nuevo, una pistola.
Días más tarde, según denunciaron los padres de Anabelia, el acusado los amenazó de muerte. “Vos me denunciaste, vos me hiciste meter en cana, te voy a matar, te la bancás”, fue la frase que Juan Carlos Ayala aseguró ante la Justicia que el amante de su hija le dijo en referencia a la primera condena.
Las denuncias de la familia de Anabelia provocaron que el juez de Garantías Gabriel Vitale ordenara un allanamiento en la casa de Benítez, en la localidad de Luis Guillón. En esa inspección, encontraron una pistola Bersa 9 milímetros escondida en la habitación de las hijas del futbolista y cuyo permiso estaba vencido, lo que configuró otro delito que agravó la denuncia original.
FUENTE: Infobae.
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