El Presupuesto 2024 para las universidades nacionales es el más bajo desde que se tiene registro. Al mismo tiempo, el costo de los servicios se disparó a niveles alarmantes. La Universidad Nacional de Misiones, como otras del país, se declaró en emergencia hace unas semanas y ahora, cuando llegaron las primeras facturas de la electricidad, las proyecciones negativas quedaron más que justificadas: difícilmente el dinero alcance para funcionar más allá de mitad de año.
La tarifa eléctrica es un parámetro para medir el impacto de los tarifazos y la quita de recursos. El rectorado de la Universidad Nacional de Misiones, con un consumo de 44.820 kw en diciembre -un mes pico-, pagó 2.782.230,80 pesos. En febrero, con la Universidad a media máquina porque todavía no habían comenzado las clases, y con un consumo de 36.960 kw, la factura sin subsidio de la Nación, arrojó un costo de 4.389,461,22 pesos. Se teme la factura de este mes, ya con las actividades a pleno, sea incluso superior.,
En Humanidades, en marzo del año pasado, con un consumo de 31.951 kw, la factura fue de 779.742,45 pesos, lo que representó el 8% del presupuesto mensual. En marzo de este año, con un consumo casi idéntico de 31.504 kw, la factura fue de 4.939.853,72 pesos, con una suba del 533,52 por ciento. La factura eléctrica de marzo representó el 49% del presupuesto mensual. En los primeros tres meses del año, Humanidades ya tuvo que destinar diez millones de pesos a pagar el consumo eléctrico. Los primeros dos meses, obviamente, sin actividad académica.
En Eldorado, la facultad de Ciencias Forestales sufrió un incremento del 581 por ciento en comparación con marzo del año pasado. En el tercer mes de 2023, la factura de luz fue de 564.427,16 pesos. Sin el subsidio nacional, el mes pasado la factura fue de 2.844.305,93 pesos. “Y la plata que nos envían es la misma que en 2023”, detalló Fabián Romero, el decano de Forestales.
Las universidades privadas sufren el mismo impacto, con la diferencia de que pueden trasladar costos a las cuotas de los estudiantes.
Mal de muchos. Según un estudio de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia, la decisión del Poder Ejecutivo de prorrogar el presupuesto 2023 coloca a las Universidades Nacionales frente a una situación económica crítica. La decisión del Poder Ejecutivo nacional de prorrogar el presupuesto del año anterior implica una reducción del 72% en términos reales para “Desarrollo de la Educación Superior”. De no haber modificaciones que amplíen los montos disponibles, este será el presupuesto universitario más bajo desde 1997.
Durante el primer trimestre de 2024, el gobierno nacional ejecutó un 30% menos del gasto total en términos reales en comparación con el mismo período de 2023. Sin embargo, la reducción en las políticas universitarias fue aún mayor, alcanzando el 34,4%,
Esta reducción en la ejecución de políticas universitarias resultó en una disminución de su participación dentro del gasto total. Mientras que para el primer trimestre de 2023, el gasto en políticas de educación superior representaba el 3,7% del presupuesto total, para el mismo período en 2024, esta proporción cayó al 3,5%.
Los fondos asignados al pago de salarios registran una disminución del 32% para docentes y autoridades, y del 28% para el personal no docente. El financiamiento destinado al funcionamiento universitario se ha reducido en casi un 60% en comparación con el año 2023. Las transferencias a hospitales universitarios experimentan una caída del 72%, mientras que el Fondo Universitario para el Desarrollo Regional, al igual que los institutos tecnológicos de formación profesional y el desarrollo de proyectos especiales, no reciben asignación alguna.
En el año actual, el presupuesto disponible por estudiante es el más bajo de toda la serie. Se estima que este año se destinarán aproximadamente $690.000 por persona, lo que representa una reducción del 72% con respecto al año anterior y un 82% menos que en 2013, cuando se alcanzó el máximo nivel de gasto por estudiante.
Fuente, Economis.