Se trata del informático de 35 años que en febrero pasado fue detenido tras una alerta de un organismo internacional que detectó que desde una computadora que manipulaba el hombre se enviaba por la web un gran flujo de material de abuso a menores de edad. Aguardan pericias psicológicas y psiquiátricas para avanzar en la causa por tenencia y almacenamiento de dicho material.
A dos meses de la detención de un hombre de 35 años por supuesta producción y distribución de material de abuso infantil en Puerto Rico, se conoció recientemente un antecedente previo que podría complicar la situación procesal del acusado.
Se trata de una medida cautelar que en diciembre pasado fijó la Justicia de Familia de esa localidad para el acusado y que le prohibía acercarse a una adolescente a quien aparentemente acosaba mediante una red social.
Fuentes de la pesquisa indicaron que este antecedente surgió luego de tomar conocimiento de una denuncia hecha a finales del año pasado por la madre de la menor, quien sostuvo que el detenido buscaba pautar un encuentro con su hija, luego de buscar persuadir desde una cuenta en Facebook.
Cabe recordar que en el marco de la causa que lo tiene tras las rejas, los investigadores esperan por el resultado de los informes solicitados a la Secretaría de Apoyo en Investigaciones Complejas (Saic) en torno al material recabado de los distintos dispositivos informáticos secuestrados en la vivienda del acusado.
También se aguardan por los estudios psicológicos y psiquiátricos que se le realizaron desde el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial al imputado y que podrían conocerse en las próximas semanas.
Informe y detención
Mediante un reporte recibido previamente ante la Justicia de Puerto Rico y que fuera canalizado por la Saic, dependencia investigativa especializada en Misiones y que interviene en delitos informáticos, el pasado miércoles 21 de febrero la Policía de Misiones desplegó el primero de varios allanamientos en la mencionada localidad, en el marco de una pesquisa por posible producción y distribución de material de abuso infantil.
El resultado de las primeras pesquisas arrojó la detención de un hombre de 35 años, con amplios conocimientos en informática y que por estas horas no sólo es investigado por el delito de tenencia de dicho material sino también por posible grooming.
La intervención articulada entre la Justicia y la fuerza provincial comenzó a través de una alerta enviada por el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC, por su sigla en inglés) que opera en Estados Unidos, y que remite las denuncias a los países en los que localiza la distribución de las imágenes sobre explotación sexual que involucra a niños, niñas y adolescentes.
Mediante el rastreo del IP de una computadora se logró identificar el domicilio del presunto implicado, emplazado en el barrio Mirador de Puerto Rico en donde personal de distintas dependencias policiales secuestraron varios dispositivos de almacenamiento que estaban en la propiedad.
Además, se realizó como es de protocolo ante este tipo de pesquisas un rastrillaje en tiempo real para detectar si al momento de la intervención se estaba distribuyendo material de abusos a niños, niñas o adolescentes.
Se sospecha que el detenido fue rastreado en el momento en que no utilizó plataformas de incógnita para el envío del material, y sí redes sociales para la transferencia de fotos y videos de contenido explícito de menores manteniendo relaciones sexuales.
Posteriormente, ya en sede judicial el implicado -quien trabajaría para una casa comercial de la ciudad- fue llevado a prestar declaración indagatoria ante Manuel Balanda Gómez, titular del Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico. Aunque en esa instancia, por recomendación de su abogado defensor, optó por guardar silencio y luego fue imputado en base a los primeros elementos de prueba que se tenían en ese momento en la causa.
Días más tarde, a travéz de los primeros resultados de pericias informáticas hechas a los dispositivos que se le secuestraron al imputado en su domicilio, se ubicó un material audiovisual en donde se advierte al detenido que mantiene contacto físico con una menor de edad y que por el momento no pudo ser identificada por los investigadores.
Fuente, El Territorio.