Un hombre de 34 años falleció el último sábado en la Comunidad Santa Ana Mirĩ, y tras la constatación de su fallecimiento, el cuerpo fue trasladado a la Morgue Judicial de Posadas para realizarle una autopsia, aunque no especificaron las razones. Según informaron sus familiares, el deceso se produjo a causa de una neumonía, pero hace tiempo padecía tuberculosis.
El hecho es que desde el sábado, nadie volvió a comunicarse con los familiares para devolverles el cuerpo, ni les brindaron ningún tipo de información. Es así que desde hace tres días que están esperando respuestas.
“Desde que lo trasladaron nadie se comunicó conmigo para darnos información a la familia. Hace tres días esperamos el cuerpo, o alguna información. El sábado a la mañana llevaron el cuerpo y no volvió más”, indicó Reinaldo Galeano Martínez, mburuvicha de la Comunidad Mártires Mirĩ, donde residía el fallecido.
Hoy, tras las reiteradas consultas realizadas por el Equipo Misiones de Pastoral Aborigen, finalmente desde la Justicia informaron que el cadáver sería trasladado a la Comisaría de Santa Ana, y desde allí a la Comunidad, en compañía de un familiar.
Sin embargo, nadie supo explicar qué fue lo que pasó durante estos tres días, ya que se trata de procedimientos que normalmente duran entre 24 y 48 horas máximo, salvo casos excepcionales, como la recepción de cuerpos en avanzado estado de descomposición que ameriten otros procesos para la debida realización de una autopsia –según explicaron entendidos en el tema-, pero no fue este el caso.
Cabe entonces preguntarse, ¿es acaso otra manera de marginar a los Pueblos Indígenas? ¿Existe una jerarquía para los muertos? ¿Por qué nadie se comunicó con la familia, ni siquiera en última instancia, para avisarles que ya estaban hechas las gestiones para su traslado a la Comunidad? Queda una vez más evidenciado cuánto importa realmente el Pueblo Mbya en la Misiones Start Up.