Ya han pasado cuatro días desde la desaparición de Jorge Daniel Acuña (52), el conductor de aplicación de viajes que fue visto por última vez en la tarde del lunes. En ese marco, la Policía de Misiones -con las pruebas recabadas del Fiat Siena que utilizaba para trabajar- realiza las distintas investigaciones bajo la principal hipótesis: que se trata de un homicidio planificado.
Si bien aún desde el juzgado interviniente no se confirmó un cambio en la causa, ya que todavía faltan resultados de pericias practicadas en el vehículo abandonado, las manchas de presuntamente sangre, el proyectil deformado y los dos orificios en la parte posterior del rodado, apuntan a que Acuña fue víctima de un crimen premeditado.
Esta hipótesis justamente podría ser confirmada con los resultados de las exhaustivas pericias realizadas frente al cementerio La Piedad, donde fue encontrado en la tarde del miércoles, abandonado y sin patente, el Siena en el que Acuña se trasladaba en la tarde del lunes 22 y el que alquilaba para trabajar de conductor de viajes.
A estos exámenes hay que sumarle una nueva prueba de luminol realizada en la noche de ayer jueves en el vehículo que se encuentra en las instalaciones de la Comisaría Quinta de Garupá. Como viene informando este medio, el miércoles (dos días después de la desaparición) los uniformados hallaron dentro del automóvil un proyectil, que se encuentra deformado -lo que dificulta establecer el calibre del arma con la que se realizó el disparo-, y rastros de sangre en el asiento del conductor, que ya está siendo examinada para confirmar si pertenece a Acuña o no.
En ese marco, algo que llamó mucho la atención de los especialistas es que las chapas patentes del rodado no estaban colocadas como corresponde, sino que se encontraban ocultas en el baúl. Cuestión que podría ser vista como estrategía para que el vehículo no sea encontrado de forma rápida.
Por todo lo mencionado, la fuerza provincial ya se aboca a buscar un posible cuerpo sin vida, y trazan como hipótesis principal que se trató de un crimen que estuvo organizado. Sin embargo, hasta el momento se desconoce el móvil y tampoco hay sospechas.
En ese contexto, los uniformados -con ayuda de drones y canes- rastrillaron las inmediaciones del Bypass, luego de constatar que el celular particular del chofer desaparecido arrojó la última señal de encendido en esa zona aproximadamente a las 17:00 del lunes. Es decir, tres horas después de haber salido de su domicilio en el barrio Santa Helena de Garupá. Sin embargo, los rastrillajes no tuvieron resultados positivos y no halló el teléfono de Acuña, ni otra prueba que pueda servir para la causa.
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