El pasado sábado, y tras varios meses de investigación, se logró la detención de dos mujeres acusadas de explotar sexualmente a sus hijos y utilizarlos para captar otros menores, a quienes también suministraban estupefacientes y eran obligados a robar. Al conocerse el caso, la comunidad de Oberá quedó consternada y esperan que se sumen más denuncias, mientras los tres menores a cargo de las acusadas permanecen resguardados en un hogar municipal.
En comunicación con FM 89.3 Santa María de las Misiones, la directora del Departamento de Niñez, Adolescencia y Familia de Oberá, Nora González, contó que tomaron conocimiento sobre “dos ciudadanas, hermanas, que aparentemente explotaban sexualmente a varios niños y adolescentes del barrio Sapucay“.
Entre ellos, la denuncia en principio apunto como víctimas a “sus propios hijos”. Sin embargo, la investigación encontró evidencia de otros niños del barrio y alrededores afectados: “Tenemos aproximadamente 10 niños víctimas de estas hermanas”.
Las edades de estos menores van de los 9 a los 16 años. Aclaró que esta cifra corresponde a chicos “de diferentes familias, más los hijos de ellas”.
Recordó que “esto surgió a través de una capacitación que realizamos en la Casa Bicentenario sobre trata de personas, donde participaron varias instituciones, donde estaban las fuerzas de seguridad, la Policía”. A partir de ello, relató que una suboficial “se sintió muy conmovida y decidió comunicarse conmigo”.
Con importantes datos acerca del caso de corrupción de menores, se decidió proceder de manera interinstitucional para diseñar un plan de acción.
Tras el pedido al Juzgado de Familia el jueves, lograron intervenir en el barrio. Luego del allanamiento, aseguró que tres hemanitos “están resguardados desde el Departamento de Niñez, se encuentran en un hogar convivencial propio del Municipio”. De momento, recibieron una atención médica preliminar y buscan avanzar en una asistencia psicológica para el resguardo de los niños.
Acerca del accionar de estas mujeres denunciadas, afirmó que “solían captar a estos adolescentes y niños fuera de la escuela y en un Hogar de Día del barrio”. Mediante un acercamiento a los menores, indicó que “se hacían amigas, invitaban tereré, los llevaban a sus casas y una vez generado un clima de confianza mantenían relaciones sexuales con estos niños y les facilitaban estupefacientes”.
Además, afirmó que “les hacían creer que estaban en deuda con ellas y los obligaban a robar, marcaban las casas para que los niños ingresaran a los domicilios”.
Los hijos de estas mujeres denunciadas “presenciaban todas estas situaciones e incluso vecinos habían comentado que aparentemente esta madre prostituía a la niña de 13 años“. Sumado a esto, recordó que ya había denuncias realizadas desde marzo por las madres de los menores afectados en el barrio Sapucay.
“La nena de 13 años no estaba escolarizada y se encontraron situaciones aberrantes con ella”
Por lo tanto, al conocerse este caso, esperan más denuncias de las madres “porque no se llegó a tomar denuncia en Fiscalía”. Sucede que, más allá de la situación de abuso, remarcó que las ahora detenidas “grababan a las víctimas y esos enviaban a las madres de las víctimas, eran muy macabras”. Con este material, se logró actuar desde la Justicia para proceder a la detención de estas vecinas de Oberá.
Con toda la investigación y los datos aportados, la directora de Niñez señaló que cumplieron con las acciones que le competen y ahora “notificamos al Juzgado de Familia, donde esperamos que el juez pueda homologar las medidas que tomamos de manera administrativa”.
“Espero se haga Justicia, porque pensar que puedan salir estas mujeres y que sigan captando a más niños y adolescentes, teniendo ya antecedentes…”
Recordó la funcionaria que “una de ellas estaba cumpliendo una condena de cuatro años y se le otorgó arresto domiciliario para que quede al cuidado de estos niños”.
Nora González compartió que para estos hermanos el abuso “lo tienen totalmente naturalizado, porque no pueden identificar que la madre estaba haciendo un daño, sino que era parte de su vida”.
En ese sentido, confió que los hermanitos “están enojados y no logran dimensionar todavía lo que han padecido”.
Fuente, Primera Edicion