La Defensoría del Niño de Misiones expresó su “gran preocupación” ante un nuevo caso de violencia familiar que involucra a una madre y sus dos hijos menores. La institución enfatizó la importancia de proteger a los menores e instó a que se tomen medidas urgentes para evitar que sigan expuestos a situaciones de riesgo.
Ayer, la Policía de Misiones detuvo a Valeria L., de 29 años, en el barrio Milagros de Aristóbulo del Valle, tras responder a un llamado de emergencia por parte de vecinos que escucharon gritos y sonidos de violencia desde el interior de su vivienda.
La mujer fue arrestada acusada de agresión física y psicológica contra sus dos hijos, Nicolás, de 11 años, y Sebastián, de 10, quienes fueron entregados a su padre y trasladados a un hospital local para recibir atención médica.
La situación remite a un antecedente trágico en el mismo domicilio. En abril, Daniela M., la hija mayor de Valeria, se quitó la vida a los 13 años tras un historial de maltrato extremo, según testimonios de vecinos. Daniela habría sufrido años de violencia familiar, siendo obligada a realizar tareas domésticas y padeciendo agresiones físicas, hechos que fueron denunciados en su momento por residentes de la comunidad.
La Defensoría de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Provincia de Misiones intervino y emitió un comunicado en el que calificó el caso como “muy grave” y solicitó medidas de protección permanentes para los menores afectados.
“Se tomó una medida de protección para que los niños quedaran con la abuela paterna inicialmente; sin embargo, el juzgado dispuso que regresen con su madre. Este tipo de decisiones deben considerar la seguridad de los menores, quienes siguen en riesgo de continuar viviendo situaciones traumáticas”, advirtieron desde la institución.
Asimismo, indicaron que se desarrollará un “fortalecimiento familiar entre el padre y los niños” y que la madre deberá iniciar un tratamiento de rehabilitación. “La madre puede tener intenciones de mejorar, pero eso no garantiza por sí solo la seguridad de los niños. Necesitamos asegurar que los entornos familiares sean seguros y protectores para todos los menores involucrados”, concluyó la Defensoría.