El juez de Instrucción 4 de Apóstoles, Miguel Ángel Faria, giró el expediente a la fiscalía para elevar a juicio la causa contra los hermanos Germán y Sebastián Kiczka, acusados de tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil. Ambos permanecen detenidos en el penal de Cerro Azul, tras ser arrestados en febrero de este año, luego de una investigación que los vincula a una red internacional de pedofilia.
De acuerdo a lo que informaron fuentes a Misiones OnLine, el juez de Instrucción 4 de Apóstoles, Miguel Ángel Faria, resolvió girar el expediente a la fiscalía para que se eleve a juicio la causa contra los hermanos Germán y Sebastián Kiczka, acusados de tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil (MASI) y corrupción de menores.
La decisión marca el cierre de la etapa investigativa de la causa que comenzó con una denuncia internacional, derivada de una investigación en Estados Unidos, y que terminó con ambos imputados detenidos en el penal de Cerro Azul.
El exdiputado provincial Germán Kiczka y su hermano Sebastián fueron arrestados tras una serie de allanamientos realizados en febrero de este año. En el operativo, se encontraron dispositivos electrónicos con material de explotación sexual infantil, zoofilia e incesto. La denuncia que permitió dar inicio a la causa involucró a los hermanos Kiczka en una presunta red internacional de pedofilia, cuya investigación fue seguida de cerca por las autoridades locales y las fuerzas internacionales.
Germán Kiczka, tras haber sido ubicado en un camping de Loreto, Corrientes, donde se había refugiado bajo el pretexto de un retiro espiritual, fue detenido después de ser identificado por una vecina que alertó a la Policía de Corrientes. Sebastián Kiczka, por su parte, fue localizado días después en la localidad misionera de San Juan de la Sierra, donde se encontraba desorientado y deshidratado, alimentándose solo de limones. Su detención se produjo luego de que se confirmara su identidad y una alerta roja internacional de Interpol.
A lo largo de la investigación, se realizaron pericias psicológicas a los dos hermanos. Los resultados de los estudios arrojaron detalles inquietantes sobre sus personalidades. En el caso de Germán Kiczka, se determinó que presentaba «rasgos de personalidad psicopáticos, narcisistas» y una «inclinación hacia la pedofilia».
En cuanto a su hermano Sebastián, las pericias revelaron «rasgos depresivos, paranoides y esquizotípicos», con indicadores que sugieren un trastorno de las preferencias sexuales de tipo no exclusivo.
La causa fue inicialmente impulsada por un caso de cibercrimen en Misiones, donde la Unidad de Cibercrimen y la Secretaría de Delitos Complejos (SAIC) realizaron un exhaustivo trabajo de investigación. Los hermanos Kiczka siguen privados de su libertad tras haber solicitado la excarcelación en varias ocasiones, lo que fue denegado por el juez Faria, quien destacó que ambos habían estado prófugos por varios días antes de ser detenidos.
Con el expediente ahora a la espera de ser elevado a juicio, la causa da un paso crucial hacia la justicia para las víctimas de estos delitos aberrantes.
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