La gestión del presidente Javier Milei se destacó por un fuerte ajuste en los programas sociales, que experimentaron una caída del 45,6% en términos reales en un año, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
A pesar de un aumento en la Asignación Universal por Hijo (AUH), el impacto negativo en otros subsidios ha dejado a muchas familias en situación de vulnerabilidad. El gobierno destacó un superávit fiscal, pero la pobreza y la indigencia continúan en aumento.
El recorte en los programas sociales bajo la administración de Milei ha generado un debate sobre sus efectos en la población más vulnerable. A pesar de duplicar la AUH y extender la cobertura de la Tarjeta Alimentar, el poder adquisitivo de esta última cayó un 14,3% en términos reales.
Mientras tanto, la pobreza y la indigencia han mostrado un preocupante incremento, con la pobreza alcanzando el 52,9% y la indigencia el 18,1% en el primer semestre del año.
Entre los programas más afectados se encuentra el plan Volver al Trabajo, que sufrió una reducción del 53% en su poder de compra. Las becas Progresar y la atención médica para beneficiarios de pensiones no contributivas también experimentaron recortes significativos. Sin embargo, se registraron aumentos en el seguro de desempleo y el programa 1000 días. El gobierno sostiene que la reducción de la inflación es una estrategia clave para combatir la pobreza.
El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA reportó una leve disminución de la pobreza al 49,9% en el tercer trimestre del año, atribuyéndolo a la desaceleración de la inflación.
Sin embargo, existe preocupación por la falta de cobertura en hogares con inseguridad alimentaria severa, ya que el 24,9% de ellos no recibe asistencia. El año próximo se presenta desafiante para el gobierno, que deberá abordar la vulnerabilidad social sin un presupuesto definido.
FUENTE: La Nación.